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lunes, 24 de febrero de 2020

El fabricante Bugatti se convierte en el visionario de las 24 Horas de Le Mans


El Bugatti Vision Le Mans surge de la imaginación y creatividad de Max Lask

 
INTERNACIONAL - Para el motorsport, las 24 Horas de Le Mans es una de las carreras más importantes del año. Para la industria de los autos, la prueba significa un gran patio de pruebas donde se pueden explorar diferentes novedades y tecnologías que pueden incorporarse a los autos de calle. Bugatti, en tanto, fue un poco más allá y prefirió dejar volar la imaginación y proyectar cómo podrían ser los autos del futuro. Así nació Vision Le Mans, uno de los modelos más rupturistas de la marca francesa.

  • Hay que considerar un pequeño detalle: Bugatti no participa en Le Mans desde hace varios años.

La creación del Bugatti Vision Le Mans surge de la imaginación y creatividad de Max Lask, un estudiante de diseño industrial de la universidad de Arte de Brunswick, en Alemania. Ante la duda sobre cómo será Le Mans en 30 años, Lask diseñó este concepto con apoyo de la marca para construir este futurista modelo, como parte de su tesis de grado. 




"Mi tesis ofrece un posible futuro para Bugatti en la cada vez más presente movilidad eléctrica. Para mí era importante mostrar cómo la marca puede beneficiarse tanto de los crecientes desarrollos en las carreras automovilísticas como de la movilidad eléctrica y cómo la marca puede construir su futuro basándose en su propia historia en las carreras automovilísticas, ya que durante mi investigación descubrí que Bugatti pertenece a las pistas", aseguró Lask.

Además del diseño peculiar, donde el estudiante aseguró que intentó dejar afuera varios elementos que pudieran asemejarlo a un Fórmula Uno, la gran novedad está en su modo de propulsión. No será eléctrico ni con hidrógeno, sino que con iones, una tecnología altamente avanzada que ha sido testeada por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), aunque a una escala pequeña. 


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La idea consiste en aplicar diferentes voltajes en la parte delantera y trasera del vehículo. Los electrodos del frontal provocan que las moléculas del aire pierdan electrones y obtengan una carga positiva; eso hace que sean atraídos por la parte trasera del vehículo, que está cargada negativamente.

Durante el recorrido de un extremo a otro del vehículo estos iones empujan el aire, con lo cual generan el movimiento. El MIT lo probó en un pequeño avión sin nada más que lo necesario, pero para un auto de carreras, el trabajo debe ser mayor.

El Bugatti Vision Le Mans sería, en este concepto, más rápido que un Fórmula Uno, pero estaría limitada por el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) a 750 caballos de potencia y 1.100 kilogramos de peso.

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