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jueves, 19 de julio de 2018

Las trufas de Manjares de la Tierra llegarán a Latinoamérica


  • La empresa, que trabaja con las variedades autóctonas trufa negra de invierno (Tuber Melanosporum) y la trufa negra de verano (Tuber Aestivum), se ha ido abriendo paso en el mercado español y en los internacionales con este producto de calidad, exportando en la actualidad el 70% de la Tuber Melanosporum, llegando a estar presente en más de 20 países


ESPAÑA.- Manjares de la Tierra -empresa española especializada en la elaboración artesanal de productos de trufa-, ha comenzado los contactos para exportar la trufa a varios países de Latinoamérica como Colombia, México o Chile. Unas ventas en el exterior que se sumarán a su actividad internacional a través de la que ya está presente en más de 20 países de Europa, así como en Estados Unidos o China, entre otros. Una iniciativa empresarial impulsada desde la provincia española de Teruel, que contribuye a dar a conocer el valor de la trufa de Sarrión, cada vez más valorada en gastronomía por sus propiedades y también por ser un cultivo ecológico por su particular forma de cultivo.

La provincia de Teruel es el mayor productor de trufas a nivel mundial, concentrándose sobre todo la producción en la localidad de Sarrión que, precisamente, es conocida como "la capital de la trufa". Un producto que es de gran calidad por las peculiaridades de esta zona geográfica, lo que está contribuyendo a que cada vez sea más valorada y utilizada en gastronomía tanto en restaurantes como por el consumidor final.

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La trufa es la base de la actividad de la empresa Manjares de la Tierra, que comenzó hace 15 años su actividad con el fin de poner en valor la producción de trufa de esta tierra, dando paso a un nuevo modelo de negocio al poner en marcha la primera conservera de trufa de la Comunidad Autónoma de Aragón y apostar por otras formas de comercialización y productos hechos con trufa.

La empresa, que trabaja con las variedades autóctonas trufa negra de invierno (Tuber Melanosporum) y la trufa negra de verano (Tuber Aestivum), se ha ido abriendo paso en el mercado español y en los internacionales con este producto de calidad, exportando en la actualidad el 70% de la Tuber Melanosporum, llegando a estar presente en más de 20 países.

Los principales mercados son "Europa, Estados Unidos, China, Hong Kong y Japón", según ha explicado Estefanía D. Adán, responsable de ventas de Manjares de la Tierra, a elEconomista.es

Y, ahora, el siguiente paso es seguir avanzando en internacionalización. "Siempre estamos buscando nuevos mercados. El problema es que no se conoce bien la trufa española. Siempre se alaba la de Francia -que compra una gran parte a España-, y la de Italia, cuando tiene poca producción", lo que lleva a que mucha trufa española -y también de Sarrión-, se termine comercializando como producto italiano o francés.

Este no es un obstáculo para Manjares de la Tierra que ya ha realizado nuevos contactos para introducir la trufa en más mercados exteriores. "Hemos hecho contactos para Latinoamérica. Será el siguiente paso porque es un mercado interesante y nos gustaría entrar".

Entre los países que están en el punto de mira figuran Colombia, México y Chile. Las ventas todavía no han comenzando, quedando todavía un importante trabajo para el envío de muestras, de dar a conocer el producto "porque se conoce la trufa, pero la de España se conoce poco. En España tenemos buenos productos, pero falla el marketing", algo que también sucede con, por ejemplo, el aceite o el jamón, entre otros alimentos.

Diversificación de producto

Manjares de la Tierra comercializa la trufa fresca, congelada y en conserva. Cada temporada trabaja con más de una tonelada de Tuber Melanosporum y con casi una tonelada de Tuber Aestivum.

"La trufa fresca la comercializamos en una caja preparada para el frío", mientras que la trufa congelada está ultracongelada y la trufa en conserva se somete a un proceso de coción. De esta manera, se puede disponer de trufa durante todo el año, ya que la fresca tiene una duración de una semana aproximadamente, mientras la congelada tiene una fecha de caducidad de un año o año y medio y, la de conserva, de hasta cinco años.

Manjares de la Tierra comercializa las trufas a través de su tienda propia y de puntos de venta en Aragón y resto de España, así como por Internet. Aparte se vende directamente a restaurantes. Además, la mayoría de la trufa fresca se vende a otros distribuidores.

La gama de productos se completa con otras propuestas que se realizan en colaboración con otras empresas como el aceite de oliva, vinagre, queso o foie, entre otros, en los que se emplean trufas que proporciona Manjares de la Tierra para elaborar estos productos que se realizan con fórmulas exclusivas.

"En estos productos siempre hay trufa. Esto es importante porque en otros productos que se encuentran en el mercado solo hay aroma. Los nuestros tienen trufa con independencia de que también puedan tener aroma. El consumidor debe conocer esta diferencia para que sepa por qué paga cuatro, seis o doce euros por un producto porque no es lo mismo que solo lleven aroma ni que se realice con Tuber Melanosporum o con Tuber Aestivum", explica Estefanía D. Adán.

Importante impacto

La actividad de Manjares en la Tierra es importante para poner en valor la trufa, que se cultiva de forma natural, sin emplearse aditivos ni abonos. De hecho, es un cultivo ecológico por sí mismo por esta forma de cultivarse, lo que redunda en beneficio de la salud y también del paladar. "Nuestra filosofía es del campo a tu casa".

Manjares de la Tierra, además de la actividad conservera, también tiene hectáreas de producción de trufa en el término municipal de Sarrión, aparte de comprar producto a otros productores pero "solo elaboramos productos con trufa de la comarca de Sarrión. Sabemos que no han sido tratadas con ningún componente artificial".

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Su importancia es todavía mayor. Y es que esta iniciativa empresarial -impulsada por tres mujeres: Mercedes, Lola y María Jesús-, ha contribuido a dinamizar la producción de trufa y a darle más valor a este cultivo.

Además, ha generado empleo y, junto con el resto de actividad relacionada con la trufa en Sarrión, se está consiguiendo aumentar la población y aumentar el censo poblacional de esta localidad. "No somos una empresa que damos 2.000 empleos, pero sumar seis niños en un pueblo de 1.000 habitantes es muy importante. Sarrión está sumando población por la trufa".

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