ESPAÑA.- Lo único que le faltaba al imperio textil de Amancio Ortega era un toque aristocrático y ya lo tiene. Llega de la mano de la baronesa Denise Kingsmill, que el próximo 19 de julio será nombrada previsiblemente como nuevo miembro del Consejo de Administración de la compañía y ejercerá como consejera independiente. Kingsmill es abogada del Tribunal Supremo británico y miembro vitalicio de la Cámara de los Lores desde 2006, donde ha intervenido, entre otros, en debates relacionados con la igualdad de la mujer y la educación. Anteriormente formó parte de la Comisión de la Competencia, donde abordó aspectos como las condiciones salariales de la mujer y la gestión del capital humano en las organizaciones.
Actualmente forma parte del consejo de administración de E.ON, IAG y Telecom Italia, en todos ellos como consejera no ejecutiva, así como del consejo asesor de IESE Business School. Con anterioridad, ocupó cargos de responsabilidad en compañías como APR Energy Plc, PwC, Korn/Ferry International, British Airways y RBS & Coutts Bank. Kingsmill nació en Nueva Zelanda, pero emigró a Gales en su infancia. En varias entrevistas ha reconocido su preocupación por los derechos humanos y la igualdad de género, causas en las que se ha involucrado de forma muy activa a lo largo de su trayectoria profesional. Ella misma ha comentado cómo inició una campaña en los tribunales para lograr que a las mujeres logopedas se les pagara lo mismo que a sus colegas varones; también ha contado su experiencia investigando la anorexia para el British Fashion Council.
Su preocupación por el aspecto físico y saludable no parece casual a juzgar por el tiempo que pasó trabajando como top model en París. Tenía 20 años y acabó bajando de las pasarelas porque consideraba que había otras cosas más interesantes que hacer. Por ejemplo, luchar por los derechos de los trabajadores y contra el sexismo laboral: "Me pagaban menos que a los abogados varones y luchamos por corregirlo", declaró en una entrevista en La Vanguardia en 2014.
Se reconoce como laborista porque considera que es la mejor manera de atajar las diferencias sociales.De sus años como activista atesora no sólo un orgulloso recuerdo, sino también un enorme conocimiento de las relaciones entre empresarios y trabajadores, que ahora probablemente pondrá a disposición del imperio Inditex. Quizá también logre aumentar la cuota femenina en su cúpula directiva, como ya hizo en los consejos de administración de otras multinacionales en los que también está presente. "¡He logrado sentar a más mujeres en ellos", ha presumido en alguna ocasión. La baronesa también ha dejado clara su postura sobre el posible Brexit que estos días divide al Reino Unido. "Espero que no cometamos el error de abandonar la Unión Europea", ha declarado al respecto. ResultadosKingsmill sustituirá en el consejo de la multinacional gallega a Irene Miller, quien dejará su puesto en la próxima junta general. Inditex ha agradecido su "importante contribución" a la empresa durante el tiempo que ha desempeñado el cargo. Ambas noticias se han confirmado este miércoles al tiempo que se conocían los resultados de la compañía en el primer trimestre de 2016.
El conglomerado formado por Zara, Stradivarius, Bershka o Uterqüe, entre otras enseñas, ganó un 6% más que en el mismo periodo del año anterior, hasta los 554 millones, apoyado por un aumento de las ventas del 12%, hasta los 4.879 millones de euros. "Gracias al crecimiento de la compañía, estamos siendo capaces de seguir generando empleo en todos los países donde estamos presentes, especialmente en España", ha destacado Pablo Isla, presidente de la empresa, en un comunicado.En los últimos doce meses Inditex ha creado casi 12.000 nuevos puestos de trabajo, 2.385 en España.
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