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viernes, 24 de abril de 2015
El intento del gobierno francés con aumentar su participación en Renault, pone en riesgo la alianza con Nissan
Francia.- La apuesta del gobierno de Francia por expandir su voto en Renault SA está agitando el frágil equilibrio de poder en la alianza de la automotriz con Nissan Motor Co., una de las más exitosas alianzas transfronterizas de la industria de autos. Carlos Ghosn, presidente ejecutivo de Renault y Nissan, afirmó que la junta directiva de la empresa japonesa se reunirá esta semana para hablar sobre las maniobras del Estado francés para duplicar sus derechos de voto en Renault. Francia quiere aumentar su participación a 20%, duplicando así sus derechos de voto en la automotriz francesa. Los directores de Renault se oponen a la gran influencia del Estado.
La alianza Renault-Nissan es un pacto de desarrollo, adquisición y producción. Cada empresa cuenta con su propia junta y acciones que cotizan en bolsa. Pero las participaciones que cada empresa tiene en la otra favorecen a la automotriz francesa.
Renault estableció la alianza cuando rescató a la atribulada Nissan en 1999. La participación de 43,4% del fabricante de autos francés en Nissan viene con derechos de voto. Nissan posee 15% de Renault pero sin derechos de voto.
Personas con conocimiento de la mentalidad de la gerencia de Nissan dicen que el equilibrio entre las dos empresas no está determinado solamente por las participaciones entrelazadas o la magnitud de las ventas y ganancias. Dicen que tres de los cuatro puestos principales debajo de Ghosn en la alianza están siendo ocupados por ejecutivos de Nissan en este momento.
A comienzos de este mes, el gobierno francés informó que invertiría hasta 1.230 millones de euros (US$1.300 millones) para comprar más acciones en Renault.
La medida le permitiría vetar una resolución pendiente para mantener un sistema de gerencia corporativa de una acción, uno voto, y efectivamente conseguir una mayor influencia en la compañía. La resolución será sometida a voto en la reunión anual de accionistas de Renault el 30 de abril.
Personas al tanto de la situación indicaron que la decisión del gobierno de incrementar su participación tomó a la junta de Renault por sorpresa. También dijeron que la potencial influencia expandida del gobierno francés sobre Renault ha irritado a Nissan.
Una vocera de la alianza Renault-Nissan declinó hacer comentarios. Una persona cercana al ministro de Economía de Francia Emmanuel Macron reiteró el deseo del gobierno francés de preservar la alianza.
Renault realizó una reunión de emergencia el jueves e instruyó a Ghosn a preservar el sistema actual de un voto por acción, colocándola en rumbo de colisión con el gobierno. Nissan no ha declarado cómo reaccionará a la medida del Estado francés.
Renault y Nissan iniciaron su asociación hace 16 años cuando Renault invirtió en el fabricante de autos japonés. La participación de Nissan no tiene derechos de voto ya que las leyes de Francia impiden un control recíproco entre dos empresas. Sin embargo, Nissan podría recibir poder de voto si Renault redujera sus acciones en Nissan a menos de 40%, según normas francesas.
La alianza ha sido promocionada por mucho tiempo por Ghosn como una forma para que ambas empresas mantengan su respectiva identidad de marca y al mismo tiempo ahorrar costos en ingeniería, compras, producción e investigación. Las dos ahora comparten plataformas comunes para distintos modelos, lo que les permiten utilizar partes similares para la producción y así aumentar sus economías de escala.
El rápido ascenso de Nissan la ha convertido en la más grande y rentable de la dos, a pesar de que la participación de Renault le otorgó el control efectivo de su socia.
Nissan produce y vende casi el doble de los autos de Renault, y la empresa japonesa aporta la mayor parte de las ganancias de Renault.
El equilibrio de poder de la asociación está “fuera de servicio” ya que Nissan se ha vuelto considerablemente mayor que su socia, apuntó una persona al tanto de la estructura de la alianza.
Un ingeniero de Nissan dijo en una entrevista que las dos partes no tenían otra opción que vivir juntas debido al estado de competencia feroz en la industria automotriz.
“Hace diez años, cuando empezamos a colaborar en tecnologías, nosotros los ingenieros de Nissan pensábamos que éramos mejores que Renault”, expresó. “Desde entonces, hemos madurado, y hemos dejado de decir quién es mejor o peor. La competencia se está volviendo cada vez más severa a nivel global, y no podemos perder tiempo debatiendo esto”, explicó.
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