Casi la mitad de lo que se vende en España a través de Internet se factura ya fuera de nuestras fronteras

•  El 58% de las transacciones se realiza desde España a empresas con sede fuera del territorio nacional, tan sólo un 36,2% dentro del país y apenas un 5,8% desde el exterior a páginas webs españolas

ESPAÑA.- De acuerdo con el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en 2016 el comercio electrónico alcanzó un volumen de negocio total de 24.185 millones de euros.

La cifra representa un 20,8% más que un año antes, lo que demuestra el fuerte potencial de la red. Pero el problema de fondo es que cada vez es menos lo que se factura dentro de España. En el conjunto del año han sido 10.673 millones de euros, lo que equivale un 44% del total, pero el porcentaje está subiendo y al cierre del último trimestre del año equivalía ya al 46,6% del total las ventas.

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De acuerdo siempre con los datos de la CNMC, que analiza la ubicación de los terminales de punto de venta virtuales, el negocio que se ingresa directamente en el territorio nacional a través de webs españolas equivale a 9.873 millones, lo que supone un 40,4% del total y el que se factura aquí pero a través de compras realizadas desde el exterior a 3.634 millones, el 15,6% restante.

El saldo neto exterior, la diferencia entre lo que se compra desde el extranjero a webs españolas y lo que se compra desde España al extranjero arroja así un déficit de 2.241 millones. Pero más significativo aún es lo que ocurre con el número de transacciones. El 58% se realiza desde España a empresas con sede fuera del territorio nacional, tan sólo un 36,2% dentro del país y apenas un 5,8% desde el exterior a páginas webs españolas.

El turismo, a la cabeza

Los sectores de actividad con mayores ingresos son las agencias de viajes y operadores turísticos, que representan en conjunto el 10,7% de la facturación total, pero a ese porcentaje hay que sumar además otro 9,3% correspondiente al transporte aéreo. Ya por detrás queda la moda, con un 7,2% de las ventas o la venta de entradas a espectáculos artísticos, deportivos o recreativos, con otro 5,3%.

En el caso del turismo, hay que tener en cuenta que la mayor parte de las grandes agencias de viaje online, como Booking, Expedia o Trivago, facturan su negocio en el exterior, desviando ingresos a países con ventajas impositivas como Holanda o Luxemburgo.

Tal y como informó ya elEconomista el pasado 12 de junio, de acuerdo con documentación de los registros mercantiles, Booking, una firma de la multinacional estadounidense The Priceline Group factura por ejemplo las comisiones por servicio en España a través de la firma holandesa Booking.com International NV, con sede en Ámsterdam.

La empresa que, según algunas estimaciones, controla ya casi la mitad de todas las reservas de hoteles en las grandes ciudades españolas, tiene una sociedad en Barcelona -Bookings Hispánica-, pero, según las últimas cuentas presentadas, los ingresos declarados en España en 2015 fueron de tan sólo 21,7 millones de euros.

Negocio en el exterior

Expedia, por su parte, cuenta también con una filial en España, Expedia Spain, que pertenece al grupo estadounidense del mismo nombre, con matriz en Delaware, un Estado de baja tributación. El 5 febrero de 2016, la totalidad de las acciones de la española, que dependían de la matriz americana, fueron transmitidas a EXP Holdings Luxembourg, un firma luxemburguesa desde la que se gestiona el negocio. En 2015 la española declaró ingresos de 8,4 millones y un beneficio bruto de 616.897 euros, pagando a Hacienda 178.284 euros.

Expedia es propietaria también del 61 por ciento del grupo alemán Trivago, que sacó a bolsa a finales de 2016. Esta compañía cuenta con una filial en España, Trivago Spain SL, que en 2015 facturó sólo 2,8 millones y tras ganar 178.641 euros pagó al fisco 55.792. Aunque el accionista de la firma española es la alemana, Expedia controla su participación en ella a través de Trivago NV, cuya sede está en Holanda.

Airbnb, en Irlanda

Y algo parecido ocurre también con Airbnb. La plataforma digital, que generó decenas de millones de euros en España el año pasado, sólo pagó 55.211 euros por el impuesto de sociedades, tras reconocer una facturación de apenas 2,92 millones de euros por trabajos de promoción y marketing, que le paga la filial irlandesa Airbnb Ireland, desde donde factura la totalidad del negocio, utilizando además una estructura societaria en el paraíso fiscal de Jersey.

Y algo parecido ocurre en el caso de las aerolíneas, especialmente tras el auge del bajo coste. Ryanair, el líder de los aeropuertos españoles, opera y factura también desde Irlanda, aunque en este caso lo hace porque se trata de su país de origen y no por razones estrictamente fiscales.

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Se da la circunstancia, por otro lado, que la mayor parte de de las compras que se hacen desde el extranjero en webs de comercio electrónico españolas están relacionadas también con el sector turístico. Las agencias de viajes, transporte aéreo y terrestre, el alquiler de automóviles y los hoteles acaparan así el 60,2 por ciento del total de las compras. En este caso, siete de cada diez euros de las compras desde el exterior proviene de la Unión Europea.

Al margen del sector turístico, la facturación fuera de España ofrece numerosas ventajas fiscales a compañías como Amazon, el gigante online que está creciendo con fuerza en el mercado español y que se ha lanzado ahora además a vender moda propia, en clara competencia con cadenas como Zara, del grupo Inditex, o Mango. La plataforma factura su negocio español desde Luxemburgo.

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