La eléctrica española Endesa celebró el 25 aniversario del Día de Honor del Pabellón de la Energía en la Expo'92

• Endesa conmemoró el 25 aniversario de la celebración del Día de Honor del Pabellón de la Energía de la Expo'92, organizado y puesto en marcha gracias al patrocinio de la Unión Temporal de Empresas (UTE), que reunía a 58 empresas de sectores energéticos, entre las que se encontraba Sevillana de Electricidad (Endesa)

ESPAÑA.- Según informa la eléctrica en una nota, el que fue uno de los pabellones más visitados, después del de la Navegación, con casi dos millones de visitas -1.800.000-, festejó hace exactamente 25 años su Día de Honor. 

Así, en un 2 de julio, el Pabellón de la Energía programaba un sinfín de actividades con el objetivo, no sólo de homenajear y premiar a aquellos pabellones que en el diseño arquitectónico o en sus contenidos hubiesen tenido en cuenta factores energéticos -como era el caso del Pabellón de Reino Unido, por su gestión de instalaciones energéticas del edificio, o del Pabellón de Siemens, con su sistema de parasoles móviles-, sino también dedicárselo a los visitantes más pequeños.

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El entonces director del pabellón, Manuel Martín, ha destacado que "el Día del Honor iba dirigido sobre todo a los más jóvenes", por lo que "se quería formar y concienciar a ellos de la importancia de la energía y de la necesidad de las fuentes energéticas".

Es por ello que el Día del Honor del Pabellón de la Energía sirvió de excusa para presentar en el Cine Expo una serie de dibujos animados, conocida como 'La leyenda del viento del norte', que narraba la aventuras de los 'Energos', los protagonistas de una trama ideada para que la audiencia más joven conociera de una forma pedagógica y educativa el mundo de la energía.

Ese día, Curro, la mascota de la Expo, daba la bienvenida a la comitiva oficial, en la que se encontraban presidentes y primeros ejecutivos de las empresas pertenecientes a la UTE, como el presidente de Sevillana de Electricidad, Fernando de Ybarra, y el consejero delegado, Emilio Zurutuza. También estarían por allí el robot Sico y los Energos, las mascotas del pabellón, para recibir durante toda la jornada a todo el que llegaba a la Expo, obsequiándolos con regalos e ilusión.

PABELLÓN DE LA ENERGÍA 

Aquel año, tal y como ha asegurado la entonces adjunta del director del Pabellón de la Energía y actual directora de Servicios Comerciales de Distribución de Endesa, Rocío Millán, "los últimos avances tecnológicos aterrizaron en Sevilla para crear la inconmensurable expectación de millones de personas".

"El mundo venía a Sevilla, y no sólo eso, el desarrollo de infraestructuras, la adecuación de un sistema eléctrico a la gran demanda que vaticinaba la capital andaluza, así como la implementación de sistemas tan innovadores como la fibra óptica, la conmutación digital o el proceso de digitalización de radioenlaces analógicos, reconstruyeron el territorio y marcaron un antes y un después", ha continuado.

Los contenidos presentados en el interior del Pabellón de la Energía, con una capacidad para albergar a 600 personas, suscitaban el interés de cada visitante. Entre los elementos expuestos, los que más llamaron la atención fueron el camello solar, un ejemplo de tecnología aplicada que permitía el traslado de vacunas y medicamentos en el desierto, manteniéndolos a la temperatura adecuada gracias a placas solares; el coche eléctrico, una realidad actual aplastante; o Sico, un robot que hablaba cuatro idiomas y empatizaba con los visitantes.

Este androide de casi 200 kilos que representaba a Endesa, fue "una apuesta de la compañía por la innovación". Al respecto, Martín ha explicado que trataban de familiarizar a la gente con los robots, "para acercar la sociedad del futuro a aquellos visitantes".

De hecho, se consiguió que Sico saliera del recinto de la Expo para visitar a niños del Hospital Virgen del Rocío. Así, la novedad residía en que, por primera vez, un robot era capaz de "tener conversaciones inteligentes y hasta bromear con personas reales".

Para buscar esos contenidos, el director del pabellón, Manuel Martín, junto a su adjunta, Rocío Millán, tuvieron que viajar por cada rincón del globo terráqueo para "empaparse" de las últimas tendencias tecnológicas y presentarlas en una España que "aún no estaba al día en materia energética".

En este sentido, Martín ha apuntado que lo que importaba eran "los visitantes, que acudían interesados por la temática del pabellón, cuáles iban a ser las energías alternativas y todo lo que se exhibía allí, ya sea un coche eléctrico que funcionaba con energía fotovoltaica, el camello solar o la bicicleta de Miguel Induráin, con el que se explicaba cómo funcionaba la energía mecánica muscular". Así, "los pabellones nacionales exponían lo mejor de cada país, pero con el Pabellón de la Energía lo que se quería hacer era pedagogía", ha abundado.

Para los encargados del pabellón, las expectativas se cumplieron, pues concienciaron a los visitantes sobre la necesidad de apostar por las energías renovables y el agotamiento de los combustibles fósiles. Con ello, se dieron "pasos agigantados" en el sector energético, abrieron una ventana con "vistas al futuro" que despertó la curiosidad de todo aquel que se asomaba, pulsando el "botón pedagógico" de la sociedad.

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