- Detrás de este nuevo servicio que busca instalar un jugador más al peleado mercado del transporte en Buenos Aires y alrededores se encuentra el respaldo que Tienda León encontró en Movistar.
ARGENTINA.- Cuando la llegada de Uber puso, a principios de este año, los ojos de más de un millón de argentinos en el servicio de traslados, había una compañía argentina ya muy familiarizada con la aplicación que conecta a pasajeros con conductores. “Dos años atrás empezamos a tener en cuenta qué estaba pasando en el mercado de remises de Estados Unidos, y el registro de las turbulencias que generó Uber y su eventual llegada al país nos obligó a pensar en una medida preventiva”, dice Christian Tienda, CEO de la firma dedicada principalmente al traslado de pasajeros desde el microcentro a Aeroparque y Ezeiza, en diálogo con el medio argentino Apertura.com.
Hoy, el empresario se encuentra cerca de presentar, tras una alianza con Movistar por $ 4,2 millones, un nuevo servicio de origen local que quiere ganarle la batalla al desarrollo norteamericano. Tienda se dio cuenta de que la mejor forma de combatir la posible desembarco de un nuevo competir al mercado porteño era maximizando la productividad de sus recursos. “La mayoría de nuestra flota está en los aeropuertos, pero una vez que los autos salen con servicios hacia el centro y se liberan, quedan automáticamente liberados para trasladar pasajeros espontáneos de un lugar a otro”, comenta el ejecutivo. Una vez que Tienda fue consciente de este espacio en blanco en la actividad cotidiana de sus choferes, se encargó de contactar a los desarrolladores autores del software con el que las remiserías de Nueva York enfrentaron a Uber para crear su propia aplicación.
“Nuestra app –disponible para teléfonos Android e iOS– le permite al cliente pedir un remis a través de su teléfono, mientras que el sistema busca cuál de los 550 autos de remises de Tienda León se encuentra más cerca para recoger al pasajero”, explica el director ejecutivo, que aclara: “Si bien el servicio parece igual a Uber, hay una diferencia, y es que nuestra flota está compuesta por vehículos habilitados, y la de la aplicación norteamericana, por particulares”.
Al respecto, Tienda detalla: “Como remis necesitás tener una licencia nacional habilitante, que funciona como el registro del chofer, y seguros no para el uso privado de un vehículo, sino para transportar personas; aunque los requisitos varían según el lugar del país en el que operes. Pero cualquier auto no puede salir y levantar gente”.
“Necesitábamos un canal confiable en el que tanto los clientes como los prestadores del servicio pudieran confiar”, dice el CEO sobre la otra cara del acuerdo del que nació el rival de la versión local de Uber.
Si el negocio funciona, ambas partes obtendrán su beneficio. Los $ 4,2 millones que desembolsó Tienda León no sólo sirvieron para renovar los antiguos sistemas de radios por smartphones 4G e implementar un sistema digital de gestión de equipos, con el objetivo de hacer más eficiente y transparente la asignación de recursos y vehículos, sino que también sienta las bases que comprometen a la telefónica a brindarle a la empresa de viajes una amplia cobertura de red móvil desplegada en las rutas y recorridos de los remises, con un óptima velocidad de navegación.
Por su parte, Movistar encontró en la alianza la posibilidad de multiplicar su red de clientes. “Si bien los pasajeros no necesariamente deberán ser clientes de Movistar para usar el servicio, sí lo deberán tanto nuestro choferes como los de las remiserías con las que planeamos trabajar en un futuro para aumentar nuestra flota y así ofrecer siempre un auto a un promedio de 3 a 4 minutos de cada posible pasajero”, revela Tienda.
Sobre esta pata del negocio, el ejecutivo precisa: “Nuestro objetivo es escalar a los 2.000 autos, un número que creemos funciona como punto de equilibrio entre la oferta y la demanda del rubro y es ideal en cuanto a la cercanía de cada auto a sus potenciales clientes y el nivel de competencia entre el total de remiseros”. Para lograrlo, la compañía sumaría a remiserías particulares, a las que les cobraría un fee fijo por el servicio además de un porcentaje por cada viaje realizado.
Con la posibilidad de abonar cada traslado tanto con tarjeta como con efectivo, el servicio inaugurará sus operaciones en la Ciudad de Buenos Aires, para luego expandirse al conurbano y las afueras de la capital.
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