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sábado, 13 de agosto de 2016

El secreto de las casas encantadas japonesas de Gomi Hirofumi


  • La “marca Gomi” de las casas encantadas nació en el Parque de Atracciones de Kōrakuen (actual Tokyo Dome City Attractions)
  • Gomi se prodiga en detalles como la expresión facial de los muñecos, y a pesar de trabajar con imágenes fantasmagóricas a diario, asegura no tener nunca pesadillas




JAPÓN.- La historia de las casas encantadas en Japón se remonta al período Edo (1603–1868), y hoy en día estas instalaciones siguen siendo un elemento imprescindible de los parques de atracciones. Aunque muchas abren todo el año, la estación por excelencia es el verano, cuando los montajes se renuevan para la ocasión con sorprendentes y horripilantes decorados y trucos.

Con veinticinco años de carrera a sus espaldas, Gomi Hirofumi es el primer profesional reconocido como especialista en producción de casas encantadas de Japón. Su original estilo ha permitido reinventar estas instalaciones, tradicionalmente atracciones de feria infantiles, para convertirlas en algo capaz de entretener también a los adultos.

En una entrevista que hicieron a Gomi a finales de mayo, antes de que empezase su pico de trabajo veraniego comentó “Este verano trabajo en la producción de nueve proyectos distintos” la mayoría son instalaciones temporales de verano. Una de ellas, Zakuro onna no ie (La Casa de la Mujer Granada), ya se había estrenado en el estadio de el Hiroshima Toyo Carp, e iba a permanecer abierta hasta el final de la temporada de béisbol en septiembre. Otro de los proyectos es una instalación permanente que abrirá en breve en Tateyama, en la prefectura de Chiba. Como cada año, para Gomi el verano es una carrera a contrarreloj.

Los inicios como productor de casas encantadas

La característica más destacable de la obra de Gomi es que en cada casa se asigna una misión a los visitantes para hacerlos participar en la historia. Además, los principales encargados de generar el terror son los actores que encarnan a los fantasmas.

La “marca Gomi” de las casas encantadas nació en el Parque de Atracciones de Kōrakuen (actual Tokyo Dome City Attractions). En 1992 Gomi formaba parte de un equipo de planificación y gestión de una atracción veraniega especial llamada Luna Park. Con la colaboración de Maro Akaji, líder del grupo de danza mundialmente famoso Dairakudakan, montó Maro Akaji no Panorama Kaikikan (La Casa de los Horrores de Maro Akaji), una casa encantada con bailarines pintados de blanco que aparecían de entre las sombras y se acercaban a los visitantes contorsionándose.

En aquel tiempo la mayoría de las casas encantadas permanentes de los parques de atracciones andaban de capa caída, cada vez más viejas y olvidadas. Casi todas consistían en recorridos en tren por pasillos decorados con muñecos mecánicos; prácticamente en ninguna se empleaban actores humanos. La instalación de Panorama Kaikikan de Gomi se convirtió en la atracción estrella en el parque de atracciones, con colas de hasta tres horas para entrar en las sesiones nocturnas.

Una esperadísima secuela veinte años después

Desde 1992 Tokyo Dome City Attractions se ha convertido en una suerte de base operativa para Gomi, que ha producido allí una casa encantada cada verano desde entonces. La idea de otorgar una misión a los visitantes para convertirlos en personajes de la historia surgió en 1996 con Panorama Kaikikan – Akanbō Jigoku (La Casa de los Horrores: Bebé en el Infierno): los visitantes recibían un muñeco de un bebé al entrar, y su misión era proteger al bebé de los espíritus malignos que iban surgiendo de la oscuridad y llevarlo hasta su madre, que esperaba a la salida.

“Hace veinticinco años que produzco casas encantadas aquí, así que el público tiene cada vez mayores expectativas, y cada año que pasa es más difícil estar a la altura. Pero para este verano ya tenía pensado lo que iba a hacer desde el verano pasado, cuando presenté Noroi Yubiwa no Ie (La Casa del Anillo Maldito)”, explica Gomi. “Llevo cinco años esperando a que el Bebé en el Infierno cumpla los veinte. Y por fin ha llegado el momento. La producción de este verano es una secuela en la que el primer bebé ya es una mujer adulta que ha tenido otro bebé”. La misión es la misma: llevar a un bebé desde el mundo de los muertos hasta su madre. “Pero tiene toques nuevos, porque he evolucionado mucho desde la primera historia”.

El arte de hacer disfrutar con el miedo

La secuela de Bebé en el Infierno abrió el 15 de julio de 2016. Al preguntarle qué pasos se siguieron hasta la finalización de la casa, Gomi responde: “Una vez tengo la idea, la historia y la misión listos, me pongo a diseñar el plan de producción, planteándome qué experiencias quiero que vivan los visitantes, y qué ruta y orden seguirá cada etapa del camino. Una vez he ordenado las ideas de forma esquemática, me reúno con el personal de realización: artistas, artesanos de muñecos, mecánicos y especialistas en tecnología de control, sonido, iluminación y disfraces. Yo les trasmito mis ideas y ellos se encargan de su parte del trabajo”.

Gomi también ofrece indicaciones detalladas para la ambientación del interior de la casa. Una vez terminado el montaje, empiezan la formación y los ensayos del personal de gestión y del reparto. El se encarga de todas las facetas y todos los detalles, incluso de la interpretación de los actores. “La gente cree que las casas encantadas no requieren grandes actuaciones ni trabajos elaborados, que con algo de oscuridad y un recorrido laberíntico cualquier lugar puede dar miedo. Por eso las casas encantadas son un recurso tan común en los festivales escolares. Sin embargo, para lograr que la gente disfrute pasando miedo y convertir la casa encantada en un verdadero entretenimiento, hay que planear minuciosamente todos los detalles de la producción. El verdadero entretenimiento consiste en hacer que los visitantes disfruten del espectáculo tal y como lo dispusieron sus creadores”.

Herederos de Oiwa-san

Tras terminar el montaje de la casa encantada de Tokyo Dome City y antes de empezar los ensayos, Gomi tiene la costumbre de ir a presentar sus respetos a la tumba de Oiwa-san, un personaje de la obra de kabuki Yotsuya Kaidan que, según el productor, ha ejercido una vasta influencia en la imaginería fantasmal nipona.
“Prácticamente todos los fantasmas japoneses son femeninos: mujeres maltratadas y brutalmente asesinadas cuyo espíritu no puede descansar en paz. Los personajes cinematográficos de Sadako (de Ringu, ‘El Círculo’) y Kayako (de Ju-on, ‘La maldición’) son herederos de Oiwa-san. Aunque los sufrimientos que padecieron en vida y sus poderes sean distintos, en el fondo son iguales. Y si la base no ha cambiado hasta ahora será porque tiene algo que fascina a los japoneses”.

 Algunas películas de terror japonesas como Ringu y Ju-on han cosechado un gran éxito internacional, quizás debido a la novedad que supone para los espectadores de otros países el peculiar estilo nipón dentro de su género. “Creo que el terror japonés ha sorprendido al público de otros países, que seguramente nunca ha visto nada parecido”, aventura Gomi. “El miedo ante un ente físicamente más fuerte que nosotros y que puede aniquilarnos es universal. Pero en el caso de los fantasmas japoneses esa fuerza amenazadora no es de naturaleza física”. Sea como fuere, lo cierto es que los fantasmas femeninos de Japón arrasan en el extranjero.

Transmitir el terror propio de cada lugar

Además de la lograda casa encantada de Tokyo Dome City Attractions, Gomi ha producido muchos tipos de instalaciones en variados enclaves. “Intento aprovechar las características del lugar donde trabajamos para crear casas que beban de la tradición regional”, explica.

Gomi se documenta sobre las características topográficas, la historia, las gentes y las costumbres de la zona, y se inventa un argumento. Las casas encantadas se montan en lugares muy diversos, desde instalaciones deportivas como el estadio de béisbol de Hiroshima hasta viviendas deshabitadas y edificios abandonados. En el verano de 2015 Gomi produjo una casa encantada llamada Kuchi-nui Ningyō (La Muñeca de la Boca Cosida) en un edificio de tiendas vacío de una zona comercial de Takaoka, en la prefectura de Toyama.

“Takaoka es famosa por la forja del metal. Por eso me inventé una historia en la que intervenía el bronce”, comenta. La capa azul verdosa que se forma en el bronce era un motivo muy destacado en la instalación.
“Todavía hay muchos lugares en los que no he montado ninguna casa. Por ejemplo, en la región de Tōhoku solo he trabajado en Akita: me faltan Aomori, Miyagi, Iwate y Yamagata. Y tengo muchas ganas de producir allí. Si surge la oportunidad, me gustaría recorrer todas las prefecturas del país. Estoy convencido de que puedo hallar una ‘misión’ para cada casa y lugar.”

Exportar las casas de la “marca Gomi” al extranjero

Gomi se crio en una vieja casa tradicional japonesa de la prefectura de Nagano, donde de pequeño jugaba a montar casas encantadas cerrando las puertas correderas de las habitaciones de tatami. De ningún modo podía imaginarse que esa afición infantil se convertiría en su oficio: “No existía ninguna carrera determinada para llegar a ganarte la vida haciendo casas encantadas. La vida me fue llevando a esto, y ahora es mi trabajo”.

Con sus veinticinco años de experiencia, Gomi alberga ahora la ambición de emprender nuevos proyectos en el extranjero. “Tenemos muchos visitantes de fuera que disfrutan con mis casas. Sería muy interesante visitar otros países y difundir el entretenimiento de las casas encantadas japonesas”, confiesa. Por lo visto ya ha recibido alguna oferta para montar casas fuera de las fronteras de Japón.

El único problema es la falta de tiempo. Aunque decíamos que el verano es su estación más intensa laboralmente, lo cierto es que Gomi anda ocupado todo el año. Lo que más le llena es oír los gritos de terror de los visitantes al pasar por dentro de sus casas encantadas, y luego verlos salir con una amplia sonrisa y comentando “¡Qué miedo daba!”, “¡Pero qué bien lo he pasado!”. “Es mi trabajo ideal”, declara el productor sonriendo de felicidad.

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