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martes, 5 de enero de 2016

Tan sólo el 19% de las compañías españolas tiene un índice de competencia digital alto, según el Instituto de Economía Digital ICEMD




ESPAÑA .- Las compañías españolas deben impulsar de forma decidida sus procesos de digitalización para ganar eficiencia y plantar cara a la amenaza que suponen grandes actores tecnológicos como Google, Apple o Facebook. Las compañías que quieran afrontar el futuro con garantías de éxito deben abordar con determinación la digitalización de sus negocios. Si no se reinventan, muchas organizaciones tradicionales pueden verse superadas por nuevos actores digitales que irrumpen con modelos disruptivos.

Dejar pasar el tren de la digitalización supone dar la espalda al cliente lo que, a la postre, condena al fracaso a la empresa. Las organizaciones tradicionales tienen que cambiar porque los hábitos de consumo están evolucionando hacia los canales digitales y móviles. Por ejemplo, en España hay una población internauta de cerca de 30 millones de personas y una penetración del móvil del 88%.

"El cliente ha cambiado. Es más digital, conectado y social. Estamos ante un consumidor exigente, proactivo y participativo; un consumidor con más poder que, además, cambia con más facilidad de proveedor porque tiene más información. Todo ello obliga a Endesa a cambiar como compañía para ganar y mantener la confianza", apunta María Teresa González, directora de Atención al Cliente y del Plan de Digitalización de Endesa. La eléctrica está desarrollando nuevas iniciativas comerciales y de atención al cliente para dar respuesta a este reto. Su objetivo es tener entre tres y cuatro millones de clientes digitales en un plazo de tres años, lo que supondría duplicar la cifra actual.

Para dar respuesta a este cambio de hábitos de consumo es obligatorio situar al cliente en el epicentro del negocio. Precisamente, uno de los aspectos que define a las empresas digitales más innovadoras es su obsesión con el cliente.

"Donde tradicionalmente se vendía producto ahora se venden servicios y donde tradicionalmente se vendía un servicio ahora se venden experiencias. Hacer que el cliente se enamore de lo que está comprando y compruebe lo fácil e intuitivo que es lo que usa es crítico para que repita y lo recomiende", explica Óscar Méndez, presidente de Paradigma Digital, consultora española especializada en la transformación digital de las empresas.

Las compañías deben abordar estos procesos de cambio bajo el liderazgo de la alta dirección, que debe alentar un plan de digitalización en el que se tengan en cuenta aspectos tecnológicos, de procesos y organizativos.

El camino que tienen por delante las empresas españolas es largo. Aunque algunas están abordando estos procesos con determinación gracias al empuje de la alta dirección y al desarrollo de una hoja de ruta, en muchas otras no es aún una prioridad en la agenda. El riesgo que corren es elevado. "La digitalización es un proceso imparable. Las empresas que no se adapten a esta revolución, desaparecerán del mercado", apunta Rosa García, presidenta de Siemens.

Según un reciente informe de Territorio Creativo y The London School of Economics realizado sobre la base de encuestas a 900 directivos y mandos intermedios, la mitad de las empresas españolas no se encuentran capacitadas para abordar proyectos de transformación digital debido a la dificultad que entrañan, la falta de una hoja clara de ruta o incluso el desconocimiento del impacto que supone para el negocio el avance de la era digital. El estudio revela que el 70% de las compañías analizadas ya ha emprendido proyectos de digitalización.


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