ESLOVAQUIA.- México perdió ante Eslovaquia una inversión por 2,000 millones de dólares para la construcción de una planta de autos de lujo de Jaguar Land Rover, filial de la empresa india Tata Motors.
La Secretaría de Economía confirmó que México estuvo cerca de ganar esta inversión, en la que se posicionaron con un mayor interés los gobiernos de Guanajuato, Puebla, Querétaro y un estado del norte del país, no identificado.
“Estamos felices de informar que la primera compañía india que invertirá en la República de Eslovaquia es Jaguar Land Rover”, festejó Vazil Hudak, ministro de Economía de ese país, en una reciente declaración.
La empresa planea generar ahí 400 empleos permanentes y 50,000 indirectos en otros sectores aliados. La fábrica comenzará a operar en el 2018, con una capacidad de producción de 300,000 unidades anuales.
Guido Vildozo, gerente de IHS Automotive Latinoamérica, comentó que si bien México no logró atraer el proyecto de Tata Motors, disputa ahora con Estados Unidos la llegada de otra nueva planta automotriz, sobre la cual no reveló su nombre por tener un compromiso de confidencialidad.
“En este caso (la fábrica de Jaguar Land Rover), este proyecto puede ya haberse establecido allá (Eslovaquia); podrá haber otros proyectos de la misma empresa en México”, dijo Mario Chacón, jefe de la unidad de Promoción de Inversiones y Negocios Internacionales de ProMéxico.
Del 2008 al 2019, nueve plantas de ensamble de autos comenzaron o planean entrar en operación en México, propiedad de las empresas Nissan, Infiniti, Toyota, Mazda, Honda, General Motors, Audi, BMW y Kia.
La llegada de la planta de Jaguar Land Rover era estratégica para México, porque la instalación de fábricas de autos de marca premium representa, según A.T. Kearney, una oportunidad para incrementar y sofisticar el valor agregado en los vehículos producidos en el país.
Tata Motors se apoyó de la fuerte rentabilidad de las marcas británicas que compró a Ford, mientras sufrió con la operación de automóviles nacionales. En el último año, comercializó en el mundo 434,000 vehículos de sus marcas Jaguar y Land Rover.
Eslovaquia, mercado no improvisado
La nueva planta de Eslovaquia sería la primera de bajo costo que la empresa instale en Europa oriental, donde muchos de sus rivales de lujo, como Porsche, ya ensamblan autos de alta gama.
Eso marcaría un cambio en la estrategia para el mayor empleador automotriz de Gran Bretaña, tras la apertura de plantas en China y Brasil, que fueron elegidos principalmente para abastecer a sus respectivos mercados locales.
Jaguar Land Rover decidió tomar así una estrategia diferente frente a tres grandes fabricantes alemanes de automóviles de alta gama, Audi, BMW y Mercedes-Benz, quienes ya se encuentran construyendo nuevas plantas en México.
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