Brasil.- Cuando todo parece negro para Petrobras, aparecen los chinos con un salvavidas. La petrolera estatal brasilera afronta la coyuntura más angustiosa de sus 62 años de historia: un plan quinquenal de inversiones por US$221.000 millones contra una deuda de US$130.000 millones y la abrupta caída del precio del crudo + un escándalo de corrupción = su valor en Bolsa ha caído -35% en 1 año. Pero Petrobras obtuvo un acuerdo de financiamiento por US$3.500 millones con Banco de Desarrollo de China (CDB), como parte de un entendimiento de cooperación que abarca 2015 y 2016.
El megaescándalo de corrupción en torno a Petrobras le costaría a Brasil, unos US$30.000 millones, según un estudio elaborado por un grupo de expertos de la Fundación Getulio Vargas y el Centro de Estudios de Derecho Económico y Social (CEDES) publicado por el diario local 'Estado de Sao Paulo'.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Cuando la compañía italiana de servicios petroleros Saipem SpA gastó US$300 millones en Brasil, a principios de la década, se sumó a una larga lista de empresas extranjeras que competían por hacer negocios con Petróleo Brasileiro S.A. (Petrobras). Ahora le cuesta conseguir que le paguen, afirmó la agencia de noticias económico-financieras Bloomberg.
Luego agregó: "Saipem es 1 de por lo menos 5 compañías europeas que hicieron referencia a pagos retrasados, postergaciones de entregas y otras dificultades en Brasil en las conferencias telefónicas sobre ganancias del cuarto trimestre. Si bien las operaciones cotidianas funcionan, los socios de Petrobras también enfrentan obstáculos en cuanto a la toma de decisiones que afectan la planificación, dijeron funcionarios de asociados como Galp Energia SGPS S.A., BG Group Plc y Repsol S.A., quienes pidieron que no se revelara su identidad."
“Brasil es un gran mercado”, dijo Terje Soerensen, máximo responsable ejecutivo de la firma noruega Siem Offshore Inc., operadora de barcos de aprovisionamiento. “Cuando se detiene, toda la industria se ve afectada”.
Siem no sabe si los 4 a 6 barcos que había reservado para contratos brasileños se van a necesitar ahora, dijo Soerensen. Petrobras se encuentra en graves problemas. ¿Quién podrá auxiliar a la empresa del Estado brasilero? Así llegaron los chinos. Ivan Monteiro, su director financiero, firmó un acuerdo en Beijing de cooperación, dijo Petrobras en un comunicado. Tras el anuncio, las acciones de Petrobras que cotizan en USA subieron mientras todos buscaban mayor información.
El comunicado agregó que el contrato entre el CDB (Banco de Desarrollo de China) y Petrobras Global Trading BV -subsidiaria de la petrolera- "es un importante hito para continuar la asociación estratégica entre el CDB y Petrobras, fortaleciendo las sinergias entre las economías de los 2 países".
La petrolera brasileña enfrenta serios problemas desde el año pasado, cuando se iniciaron las investigaciones del Ministerio Público sobre una trama de corrupción que operó en la empresa entre 2004 y 2012 y desvió miles de millones de dólares para pagar sobornos y financiar partidos políticos.
A raíz de los problemas, Petrobras todavía no logró presentar el balance auditado 2014, lo que llevó en febrero a la agencia calificadora de riesgo Moody's a retirar el grado de inversión a Petrobras, al bajar de Baa3 a Ba2 el rating de la deuda de la petrolera.
Ante las dificultades de acceder a créditos, la empresa brasileña anunció en marzo que, hasta 2016, pretende vender activos por US$13.800 millones para equilibrar sus finanzas.
El llamado "proceso de desinversión" se inició con la venta a la Compañía General de Combustibles S.A. (CGC), propiedad de Corporación América, de Eduardo Eurnekián, de todos los activos que poseía Petrobras en la provincia de Santa Cruz.
El asunto resulta complicadísimo.
El megaescándalo de corrupción en torno a Petrobras le costaría a Brasil, unos US$30.000 millones, según un estudio elaborado por un grupo de expertos de la Fundación Getulio Vargas y el Centro de Estudios de Derecho Económico y Social (CEDES) publicado por el diario local 'Estado de Sao Paulo'.
Es más: el diario El País, de Madrid, con la firma de Alicia González y Pedro Cifuentes, afirmó:
"(...) Petrobras afronta la coyuntura más angustiosa de sus 62 años de historia. La presión conjunta de un plan quinquenal de inversiones por valor de US$221.000 millones (204.981 millones de euros), una deuda escalofriante de US$130.000 millones (120.576 millones de euros) pese al boom del petróleo de los últimos años y la abrupta caída del precio del crudo han diezmado el valor de la empresa. Su valor en Bolsa ha caído un 35% desde que, hace ahora un año, la Policía Federal activó la operación Lava Jato por corrupción a gran escala. La caída del real brasileño a su nivel más bajo desde 2004 dificulta aún más el pago de la deuda de la petrolera, buena parte de ella en dólares.
El primer problema de la compañía es su incapacidad para presentar un balance verosímil y auditado de las cuentas, ante la negativa de sus auditores de PwC a firmar el informe desde junio del año pasado. No se sabe cuánto dinero se ha desviado en estos años para pagar comisiones y sobornos. La expresidenta de Petrobras, Graça Foste, llegó a cifrar las pérdidas derivadas de la corrupción en US$31.000 millones (28.753 millones de euros), extremo negado por su sucesor. El plazo para presentar las cuentas termina el próximo día 30 y si no hay cuentas auditadas para entonces, ello implicaría una violación de los acuerdos con sus acreedores y podría propiciar una suspensión de pagos técnica.
Es ahí cuando, ante su carácter de empresa estatal, se da por hecho algún tipo de ayuda pública y, dadas las dimensiones de la empresa, un rescate público dispararía el déficit, pondría en riesgo la calificación crediticia del país y amenazaría la sostenibilidad de una economía que ya se encuentra en números rojos. (...)
Los expertos de Bridgewater, el mayor fondo de alto riesgo del mundo, comparan una hipotética quiebra de Petrobras con la que vivió Rusia a finales de los años '90 y alertan de que sería la mayor bancarrota industrial de la historia. (...)".
En ese contexto aparecieron los chinos. Una desgracia de Petrobras puede ser una oportunidad para Beijing.
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