España.- Los negros nubarrones que la tormentosa y persistente crisis irradió en los últimos años sobre el firmamento castellano y leonés comienzan a esfumarse del horizonte. Al menos, esta reconfortante sensación de alivio y de palpable optimismo retrató las sesiones de trabajo de la matinal asamblea general que celebró ayer la asociación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) en la Hospedería Fonseca, de Salamanca. El avance de la encuesta confeccionada por esta asociación, presentada ayer y fruto de los datos facilitados por sus 107 socios, pone de relieve que el 93% de las empresas familiares operativas en la comunidad se comprometen a mantener o crear nuevos empleos a lo largo de la presente anualidad.
Las buenas sensaciones que exteriorizan las empresas familiares se plasman en otro porcentaje impregnado de claras referencias todavía más halagüeñas. No en vano, el 98% de las empresas familiares auguran que conservarán e incluso incrementarán sus niveles de facturación durante este ejercicio, según avanzó el presidente de EFCL, Alfonso Jiménez, en el transcurso de la asamblea general.
Durante su intervención, y ante la presencia del alcalde Alfonso Fernández Mañueco y del vicerrector de Investigación y Transferencia de la Usal, Juan Manuel Corchado, Jiménez abogó por la vertebración de un gran "pacto de Estado" por parte de las fuerzas políticas ante las contundentes tasas de desempleo que sacuden al encogido tejido económico español. Jiménez no ocultó que entre las filas empresariales se percibe una evidente sensación de incertidumbre, debido a la "inestabilidad política" que puede generar este agitado año electoral y los hipotéticos seísmos que podrían desencadenarse a partir de ese gran epicentro que serán las urnas.
Otro ambicioso propósito que se marca la asociación es robustecer las dimensiones de cada empresa familiar. "Queremos hacer crecer el tamaño medio de la empresa asociada, de manera que las pequeñas sean medianas, las medianas se conviertan en grandes, y las grandes sean más grandes", argumentó Alfonso Jiménez.
Respeto a los frutos que ha cosechado la retahíla de reformas abanderada por el Gobierno, el máximo responsable de EFCL ahondó en sus argumentaciones al sentenciar que "se ha estado haciendo un buen trabajo, pero nos preocupa que todo esto se pare en estas elecciones " . Puntualizó, en este sentido, que las empresas familiares no tienen vinculación con "los políticos", ya que "somos empresarios y lo que queremos es una estabilidad política", ya que "solo con ella podremos sacar adelante nuestros planes estratégicos".
La potencialidad de EFCL se modula en torno a dos indicadores nucleares y fundamentales, como son los 8.000 millones de euros que facturan anualmente sus 107 socios, así como un vigoroso andamiaje laboral que permite dar empleo a 50.000 personas en la región.
Otra relevante aspiración que quiere modular la junta directiva de Empresa Familiar de Castilla y León consiste en mejorar la imagen de este tipo de empresarios. "No somos gente que haya nacido para destruir empleo y cuando se produce la destrucción de un puesto de trabajo siempre es una desgracia, ya que vivimos para contratar", señaló Alfonso Jiménez durante su comparecencia.
Banca saneada
Las dosis de optimismo que impregnaron los planteamientos esgrimidos por Jiménez englobaron también al sector bancario. En este sentido, aseveró que "la financiación ha mejorado, la banca cree que ha hecho las reformas que tenía que hacer y ahora está muy saneada", de manera que "está llegando el crédito por sectores, si bien es cierto que unos sectores están más castigados que otros, pero, por lo general, el crédito está siendo aceptable".
Otro claro síntoma de la esperanzadora pauta que están trazando las empresas familiares en el conjunto de la economía consiste en "la internacionalización, en su capacidad para no poner fronteras a sus negocios y para vender en el extranjero". Precisamente, el 75% de ellas se encamina por la senda de la internacionalización. Además, la firme apuesta por la triada I+D+I (investigación, desarrollo e innovación) también aflora en el encomiable quehacer cotidiano de las empresas familiares.
Las dificultades que conlleva cualquier proceso de sucesión en una empresa familiar obliga a la articulación de un protocolo específico, todo ello acompañado por medidas favorables en materia de deducciones en el IRPF y en el ámbito de los impuestos de sucesiones y donaciones. Alfonso Jiménez recordó, en este sentido, la batería de 78 propuestas que elevó Empresa Familiar a la Junta de Castilla y León, con el fin de que este tipo de entidades se encuentren con menos trabas en su actividad económica.
La asamblea general incluyó la renovación parcial de su junta directiva, tras vencer el mandato de dos años de parte de sus miembros. Así, entraron a formar parte de la junta directiva los empresarios Pablo García (Grupo Limcasa), Pablo Barros (Cecinas Pablo), Nicolás Lara (Clavo Congelados) y Antonio Postigo (Narciso Postigo). Entre las líneas estratégicas a desplegar durante el presente año, figura también el fomento de la cultura emprendedora entre los jóvenes y proyectar la imagen del empresario como agente generador de riqueza. El encuentro contó con el patrocinio de CaixaBank. Por ello, en la inauguración participó también el director territorial de La Caixa en Castilla y León, José Manuel Bilbao.
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