Bangkok (Tailandia).- Una empresa de mensajería en Bangkok pasó tres paquetes con destino a Estados Unidos por una máquina de rayos X y, en ese análisis de rutina, hizo un descubrimiento estremecedor: dentro había varias partes de cuerpos humanos muy bien conservadas.
Desde piel tatuada, pasando por una cabeza de niño pequeño, hasta un pie de bebé y un corazón adulto, todo eso planeaba enviar a Las Vegas un turista norteamericano a través de la conocida empresa DHL, que de inmediato alertó a la policía.
Cuando rastrearon y dieron con el responsable de la macabra colección, el hombre, de 31 años, contó que había comprado las partes del cuerpo en un mercado nocturno de la ciudad tailandesa, señaló el coronel de policía Chumpol Poompuang. "Pensó que las partes de cuerpos eran raras y quería enviárselas a sus amigos en Estados Unidos'', explicó.
Chumpol había dicho antes que entre los restos, etiquetados como “juguetes”, había un corazón e intestinos de bebé. Más tarde, en rueda de prensa, detallaron que el corazón, que había sido apuñalado, era de un adulto y no había intestinos en los paquetes.
Todos los fragmentos estaban conservados en formaldehído, dentro de envases acrílicos sellados o cajas de plástico, explicó a la prensa el teniente general Ruangsak Jarit-ake. El método de conservación y la forma en la que se habían cortado los trozos parecía profesional, por lo que investigan si los fragmentos fueron robados de institutos médicos.
En algunas sectas tailandesas se cree que los fetos conservados o tatuajes espirituales pueden dar a sus propietarios buena suerte o protección. También pueden emplearse en ritos de magia negra.
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