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martes, 18 de noviembre de 2014

Campofrío se compromete a abrir de nuevo en 2016 la planta incendiada en España


España.- Emoción, tristeza, lucha, unidad. Muchos sentimientos se mezclaban ayer en una Casa de Cultura de Gamonal completamente abarrotada durante el transcurso de la primera asamblea convocada para informar a los trabajadores de Campofrío. El comité de empresa quiso reunir a sus compañeros y trasladarles un mensaje de tranquilidad, y de allí salió una conjura para luchar unidos, más allá de siglas, en defensa de los puestos de trabajo.

Entre el público se vieron lágrimas sin distinción de hombres y mujeres, veteranos o novatos. Voces quebradas en los discursos ante lo que denominaban como «un mal sueño» en «uno de los peores días de nuestras vidas». El reflejo del temor ante la pérdida de más de un millar de empleos que mantiene a todos en vilo. Y en ese ambiente Hilario Sancho, como presidente del Comité de Empresa de la planta incendiada, tomó la palabra para transmitir a los trabajadores, de parte de la empresa, un mensaje de «total tranquilidad».
Eso mismo se deducía del comunicado emitido por la empresa a media tarde, en el que habló de «invertir para recuperar la capacidad productiva» tras los «efectos considerables» sufridos en su planta. Y más aún cuando el propio Pedro Ballvé, presidente de la compañía, unas horas después y en el transcurso de una reunión con directivos y representantes de los trabajadores reiteró ese compromiso. Según fuentes de los presentes en la reunión, se comprometió personalmente a la construcción de una nueva fábrica, garantizando los puestos de trabajo, que estaría lista entre 18 y 24 meses y que será «la planta del siglo XXI» para la continuidad de Campofrío en Burgos.
Antes, en la asamblea de trabajadores, Sancho anunció a los presentes que por el momento pasan a situación de «licencia retribuida» durante un tiempo sin definir, tras el cual comenzarán las negociaciones para su paso al desempleo. Y mirando mucho más allá, anunció el empeño del comité para «que esta desgracia de hoy se convierta en los cimientos de una nueva planta» y se ofreció en nombre de los representantes de los trabajadores a llegar hasta el final: «Iremos hasta donde haya que ir», en referencia a sus reclamaciones ante la administración. De hecho, el mayor aplauso de la tarde lo arrancó del público al exigir un compromiso firme de los políticos «igual que apoyan a Renault en Valladolid».
Previamente había intervenido ante la asamblea el alcalde, Javier Lacalle, quien se mostró «optimista, aunque sin confiarse». Así lo hizo también Pablo Dionisio Fraile, secretario del Comité a nivel europeo, quien expresó su convencimiento de que la situación económica de la empresa permite la reconstrucción porque «funciona correctamente, es capaz de generar beneficios y comprar otras compañías». Fraile recordó que la planta burgalesa fue la matriz de la firma y la llegó a definir como «la vaca lechera de este grupo» porque sobre sus hombros se logró la extensión e internacionalización de una marca con presencia actualmente global.
En todos los trabajadores, como el que intervino para decir que tiene 60 años y está próximo a la jubilación pero que está dispuesto a «salir a la calle», se notó un espíritu de lucha, por ellos y por sus familias. Marco Antonio Pérez, presidente del Comité de Jamones, habló de posibles movilizaciones en la calle para forzar a las administraciones a demostrar su apoyo: «Porque del dicho al hecho va un trecho», advirtió.
La asamblea concluyó con el anuncio del comité de mantener informados a sus compañeros, empezando por los resultados de una reunión que esta misma mañana mantendrán en Valladolid con los consejeros de Agricultura y Ganadería y Economía y Empleo, y posteriormente de nuevo con la empresa. Si quieren volver a reunirse masivamente tendrán que buscar un lugar con mucho mayor aforo, porque la inmensa preocupación de la plantilla no cabe en cualquier sitio.

COMUNICADO ÍNTEGRO DE CAMPOFRÍO FOOD GROUP

Desde que se tuvo conocimiento del incendio, la prioridad para la compañía ha sido preservar la seguridad de las personas y colaborar con los servicios de emergencia para la extinción del incendio, aportando cuantas informaciones y recursos le han sido requeridos, habiéndose activado con la mayor diligencia los protocolos de seguridad del Grupo. Campofrío quiere agradecer la labor de las autoridades y de los servicios de bomberos que han contribuido a que este incendio haya podido ser controlado y esté siendo extinguido de una forma rápida y eficaz y afortunadamente no se han producido desgracias personales.
A falta de una evaluación concreta de las consecuencias, en estos momentos se puede afirmar que los efectos sobre las instalaciones de la fábrica son considerables. Consciente de los daños que este siniestro tiene sobre la actividad, la compañía ha tomado las medidas necesarias para garantizar el suministro de sus productos al mercado a través de sus otras fábricas, tanto en España como en otros países del grupo.
 Durante el día de hoy se han mantenido reuniones con los representantes de los empleados para explicarles la situación. La compañía tiene el compromiso de invertir en Burgos para recuperar la capacidad productiva lo antes posible.
Campofrío quiere enviar un mensaje de tranquilidad a sus empleados, clientes, proveedores y consumidores y agradecer el apoyo y la solidaridad recibida del Ayuntamiento de Burgos, la Junta de Castilla y León, La Delegación de Gobierno y otras instituciones y ciudadanos burgaleses.
Campofrío Food Group es compañía europea de referencia en el mercado de elaborados cárnicos. En España, la compañía cuenta con 9 plantas de producción. A nivel global, sus plantas productivas son un total 30. La empresa produce y vende sus productos en ocho países europeos y en Estados Unidos. Adicionalmente, exporta a 80 países a través de distribuidores independientes.

En vilo un millón de jamones en una planta anexa

Aunque el devastador incendio quedó limitado a la planta denominada ‘La Bureba’, las instalaciones anexas de Jamones Burgaleses podrían convertirse en una víctima con daños colaterales.
Esta planta, con capacidad para almacenar hasta un millón de jamones curados, no quedó afectada por el fuego pero comparte con la factoría principal una sala de máquinas de la que depende la generación de energía y por tanto su refrigeración (fundamental para la conservación del producto), para la que tendrá que habilitarse una alternativa de forma rápida, una tarea en la que la empresa ya está trabajando.
En Jamones Burgaleses se ocupan 50 personas, y un representante de su comité de empresa subrayaba ayer ante la asamblea de la Casa de Cultura su solidaridad con los compañeros del grupo: «Vamos a pelear para que Campofrío se quede en Burgos»
La coincidencia del siniestro con la precampaña navideña añade, además, la preocupación por los resultados a corto plazo, precisamente en unos días con gran volumen de ventas.

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