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miércoles, 20 de septiembre de 2017

El grupo alemán Henkell se alía con la familia Ferrer para comprar juntos Freixenet


  • La operación por el 100% del capital está valorada en unos 550 millones


ESPAÑA.- Los Ferrer vuelven a la carga por Freixenet. La familia catalana, titular del 42% del capital de las bodegas, ha llegado a un acuerdo con el grupo alemán Henkell para comprar el 58% que se reparten a partes iguales las otras dos ramas presentes en el accionariado, los Bonet y los Hevia.

Es una operación, que, en el caso de que llegara a cerrarse, podría superar los 550 millones de euros y pondría fin a la batalla abierta desde hace tiempo en el accionariado. Fuentes oficiales del grupo han confirmado de momento a elEconomista la existencia de las negociaciones, aunque insisten en que se encuentran todavía en una fase inicial. "Estamos hablando, pero por ahora no se ha concretado nada y seguimos igual", aseguran.
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Hay que tener en cuenta que ésta no es la primera vez que los Ferrer y Henkell intentan hacerse con el control del grupo, aunque hasta ahora siempre habían ido por separado.

Proceso de venta

El proceso de venta se inició a partir de 2015. Fue entonces cuando los Hevia buscaron un comprador por su 29% en el capital, ante el malestar con la gestión que encabezaba en aquel momento Pedro Ferrer en calidad de consejero delegado y ante la ausencia de dividendos en la empresa.

Enrique Hevia, en ese momento vicepresidente y director financiero de Freixenet, contactó con Henkell, que propietaria ya en España de Cavas Hill, una antigua empresa de Nueva Rumasa.

Los Hevia eran minoritarios, pero consiguieron el apoyo de los Bonet, que estaban dispuestos también a vender. El problema es que Henkell quería el cien por cien y los Ferrer, que no estaban dispuestos a vender, movieron ficha.

José Ferrer, de 91 años, y su hijo Pedro, al frente de la empresa, buscaron todas las alternativas posibles para comprar la participación a sus familiares, pero ante la falta de financiación acabaron renunciando. Y todo ello con la Generalitat de por medio presionando para intentar que la firma siguiera en manos catalanas. El acuerdo está vez parece más posible que nunca porque, al margen del pacto alcanzado entre los dos potenciales compradores, los Ferrer y el grupo Henkell, que conocen perfectamente la situación financiera del grupo, tanto los Bonet como los Hevia siguen dispuestos a vender sus participaciones si la oferta es atractiva. Aunque eso sí, la compra implicaría un nuevo vuelco en la gestión.

Pacto en la gestión

Hace poco más de un año, en diciembre de 2016, los Hevia dieron ya un golpe de mano y lograron la destitución de Pedro Ferrer como consejero delegado. En su lugar, Enrique Hevia, con una posición minoritaria en el capital, fue nombrado presidente ejecutivo y asumió el mando total de la compañía.

El pasado enero las tres ramas familiares alcanzaron un pacto para poner fin al enfrentamiento por la gestión y crearon, en este sentido, una Comisión Ejecutiva, en la que todos iban a estar representados. Aunque Hevia seguía como primer ejecutivo, Pedro Ferrer se encargó a partir de ese momento del ámbito de producción, Eduald Bonet de las responsabilidades de Auditoría y el hasta ese momento director de Comunicación, Pedro Bonet, asumió el área comercial y de marketing. Enrique Hevia se reforzó, además, al frente con el nombramiento de su sobrino, Diego Jiménez Hevia, como coordinador de la nueva comisión.

A falta de que se hagan públicas las cuentas del último ejercicio, al cierre del anterior el 30 de abril de 2016 la cifra de facturación del grupo Freixenet aumentó un 5,1%, hasta 529 millones de euros, por debajo aún de los 532 millones que se habían alcanzado en cualquier caso dos antes antes. Y en la misma línea, también el resultado neto después de impuestos aumentó un 9,1%, hasta 2,39 millones de euros, aunque queda también lejos de los 7,6 millones de 2014 o los 10,3 millones de un año antes.

En el mercado nacional, las ventas de cava subieron un 1% en volumen y un 1,3% en facturación. Además de los movimientos de boicot contra los productos catalanes ante la ofensiva soberanista, la empresa está sufriendo sobre todo la irrupción en los últimos años de productos a muy bajo precio, como el cava Jaume Serra, propiedad del grupo murciano J. García Carrión.
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Crecimiento exterior

En el informe de gestión adjunto a las últimas cuentas anuales la empresa que dirige ahora Hevia explica que "en cuanto a la evolución de las exportaciones, hemos registrado un aumento notable, como consecuencia de la recuperación de las ventas en Alemania, primer país en ventas y con incrementos en los principales mercados: Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Francia".

En conjunto, en el mercado exterior, el volumen creció al cierre del ejercicio un 10,2% en volumen y un 11,1% en facturación.


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