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lunes, 19 de septiembre de 2016

El coloso francés EDF y su socio estatal chino General Nuclear Power Group (CGN) se encargarán de la instalación de nuevos reactores de Hinkley Point



  • EDF asumirá dos terceras partes de la inversión y China, a través de CGN, la tercera parte
  • El proyecto costó el puesto el pasado marzo al director financiero de EDF, Thomas Piquemal, quien dimitió por considerarlo un gran riesgo para la compañía





REINO UNIDO.- El Gobierno británico ha dado luz verde a la construcción de dos reactores atómicos de nueva generación (EPR) en el emplazamiento de la antigua central nuclear de Hinkley Point, al suroeste de Inglaterra, por parte del coloso francés EDF y de su socio estatal chino General Nuclear Power Group (CGN). Una inversión se encontraba en stand by tras la decisión de la primera ministra británica, Theresa May, de revisar un proyecto que había validado su antecesor, David Cameon.

 A finales de julio, cuando todo estaba dispuesto para su arranque, el Gobierno de May decidió reevaluar un proyecto cuya inversión se calcula en 21.100 millones de euros. Ahora ha dado su permiso, según los medios de comunicación, para evitar un grave conflicto diplomático y económico con China (que desarrolla más de 150 proyectos en la isla) y Francia.

Esta será la primera instalación nuclear que se autoriza en el país desde 1988, y prácticamente en Europa, si se exceptúa el empantanado proyecto de Olkilouto, en Finlandia. “Tras una exhaustiva revisión del proyecto Hinkley Point, y un acuerdo revisado con EDF, el Gobierno ha decidido seguir adelante con la nueva planta nuclear”, indicó en un comunicado oficial.

Como novedad se fija un nuevo marco legal que regirá las futuras inversiones extranjeras en el Reino Unido cuando se trate de infraestructuras relevantes. Concretamente, Reino Unido se reservará una acción de oro (o derecho de veto) para las infraestructuras que considere estratégicas y que, por el momento no ha definido, salvo las plantas nucleares. El ministro de Empresa, Energía e Industria británico, Greg Clark, declaró que, habiendo revisado el proyecto, “vamos a introducir una serie de medidas para aumentar la seguridad y asegurar que Hinkley no cambie de manos sin un acuerdo con el Gobierno”.

EDF asumirá dos terceras partes de la inversión y China, a través de CGN, la tercera parte. La decisión de aceptar la participación china se adoptó durante la visita que hizo el presidente del país asiático, Xi Jinping, a Reino Unido en octubre del año pasado.

La polémica instalación ha sido criticada no solo en la isla, sino también en Francia. De hecho, el proyecto costó el puesto el pasado marzo al director financiero de EDF, Thomas Piquemal, quien dimitió por considerarlo un gran riesgo para la compañía.

Los nuevos reactores de Hinkley Point, cuya construcción podría generar 25.000 empleos, costará a los consumidores británicos 35.000 millones de euros, tras el acuerdo del Gobierno con EDF y CGN de incentivar su producción con un precio por megavatio que duplica el actual precio del mercado mayorista del país. Su entrada funcionamiento está previsto para 2030.

El socio chino aplaudió la decisión del Gobierno británico, que pone fin a la incertidumbre generada en julio, tras su decisión de reevaluar el proyecto. Por su parte, el Gobierno galo lo calificó como “un éxito innegable para la industria francesa y su lugar en el mundo y una contribución importante para el empleo en Francia”.


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