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martes, 30 de agosto de 2016

La firma española González Byass compra el 65% de la viña chilena Veramonte



  • Nuevas tierras, potenciar la distribución y exportar la experiencia chilena en vinos orgánicos son los planes de Tío Pepe para Veramonte




CHILE.- La firma española González Byass, dueña del icónico jerez, hizo en Chile su primera inversión fuera de la península ibérica y compró el 65% de Veramonte. "Chile comercialmente lo ha hecho muy bien, es serio, es un país para sacarse el sombrero", dice Jorge Alberto Grosse, director general de la compañía. 

Cuando en el siglo XIX Manuel María González Ángel llegó a la ciudad de Jerez, en Andalucía, para iniciarse en el negocio del vino, tal vez nunca imaginó que su creación se transformaría en un ícono de España. Apoyado por su tío José Ángel, quien se encargó de darlo a conocer por el pueblo, el jerez fue apodado "el vino del Tío Pepe".

Ahora, ya pasados 181 años desde su creación, la botella con sombrero, chaqueta y guitarra es el producto ícono de la empresa González Byass, una de las top 5 en exportaciones de las viñas españolas, que factura 212 millones de euros al año -unos US$ 240 millones- y que cuenta en su portafolio con jerez, vino y brandy. Y desde el 1 de julio pasado, la viña chilena Veramonte también es parte de su portafolio, tras adquirir el 65% de la propiedad, en lo que se convierte en la primera inversión de este grupo hispano fuera de la península Ibérica.

De visita en Chile, Jorge Alberto Grosse, director general de González Byass, dice que el arribo de la compañía a estas latitudes se debe a su plan estratégico a tres años, en el que consideraron que era un buen momento para las adquisiciones. Así, hace unos meses compraron una bodega en Galicia y se decidieron a saltar el "charco" y apostar por Veramonte, ligada a las familias Huneeus y Rojas, y que cuenta con más de 600 hectáreas distribuidas en los valles de Casablanca y Colchagua (Apalta y Marchigüe).

Grosse explica que dentro de los análisis que hicieron mientras miraban algo fuera de España, fue que "el (país) que salía como puntero era Chile por un tema de crecimiento, por estar en los mercados donde nosotros tenemos distribución propia -Estados Unidos, México, Reino Unido-, y por las oportunidades que el país ha abierto en Asia". Así, con el país definido, se lanzaron a buscar viñas. "Hicimos un buen maping , vimos varias, algunas de ellas no estaban en venta. Hasta que dimos con Veramonte", cuenta Grosse.

De la viña ya tenían algún conocimiento, porque hacía dos años las familias González y Huneeus habían tenido algún acercamiento que finalmente no se concretó. Sin embargo, en octubre del año pasado comenzaron las negociaciones, que finalmente decantaron en el ingreso de la empresa española a la propiedad de la chilena hace poco más de un mes.

Sobre el monto de la operación, el ejecutivo señala que "esa es una información que no puedo dar, porque es un trato más bien privado, pero sí puedo decir que fue bastante. Es decir, lo bastante como para que yo venga bastante seguido", dice riendo. Por la misma confidencialidad que acordaron en la transacción, se reserva los detalles en torno al gobierno corporativo y directorio, y sobre las opciones de aumentar la participación en el futuro.

-¿Por qué escogieron Veramonte?

"Desde el punto de vista de nuestra estrategia, Veramonte tiene un encaje muy clave. Su portafolio está en la gama media alta hacia arriba, que es donde están nuestros productos. Tiene mucho know how en la producción orgánica y sostenible. Han hecho muchos esfuerzos en esa línea en los últimos años. Y es ahí donde podemos tener sinergias con nuestras experiencias en España".

-¿Es decir que les interesa que Veramonte continúe desarrollando los vinos biodinámicos y orgánicos?

"Sí, totalmente. Nos interesa muchísimo. Es uno de los elementos diferenciadores que nos ha atraído para hacer esta inversión. Tenemos varias bodegas en España y en una de ellas estamos haciendo algo parecido en una escala mucho más pequeña. Entonces, con la experiencia de Veramonte queremos enriquecer la experiencia de nuestros enólogos en España".

-¿Cómo se hará la integración de los equipos?

"Tomamos posición en Veramonte el 1 de julio y dos semanas después traje a todo el equipo directivo de González Byass, para que conocieran al equipo de la viña, para que se establecieran los vínculos, por ejemplo, en el área de turismo, el área comercial, internacional. Nos interesan mucho todas las sinergias que se puedan dar. Lo bueno -y esta es una opinión que comparten todos los que vinieron- es que tenemos muchas cosas en común, no solo culturales, sino que también en la forma de trabajo, así que esperamos lo mejor trabajando juntos".

-¿Cuál es el objetivo que tienen con Veramonte? ¿En qué quieren que se convierta?

"Queremos que siga siendo una bodega en la cual arrancamos de precios medios y altos. Nuestro precio promedio de exportación es alto, queremos mantener ese nivel, y dentro de ese nivel ir creciendo. Y queremos desarrollar más los vinos premium de Veramonte, como Neyén... Neyén es una asignatura pendiente que tenemos que potenciar mucho más, porque tiene muchas posibilidades, es un vino estupendo, tiene viñedos de más de 120 años. Además, el valle de Apalta donde están los viñedos de Neyén, realmente es un lugar mágico".

-Además de Neyén, ¿hay algún otro vino de Veramonte que le parezca particularmente atractivo?

"Todos, la verdad: Ritual, Primus y luego los Veramonte, donde el producto que está dentro de la botella excede muchísimo el precio. Es un vino que fácilmente podría estar en otro precio".

-Justamente ese ha sido un gran problema para la industria vitivinícola chilena: no poder subir el precio a vinos de calidad, porque son reconocidos como buenos, bonitos y baratos.

"Sí, ese es un tema. Al final, si esa categoría de vino no genera margen para que el negocio sea sostenible, se hace imposible. Lo bueno es que hay un grupo de bodegas que lo tienen muy claro y están sacando productos en otra gama, en algunos casos están desincentivando a sus fuerzas de venta en productos más baratos para que privilegien los de mayor valor".

"La industria desde hace algunos años ha reconocido el problema y han trabajado en la diferenciación, y aparecieron los vinos orgánicos, biodinámicos. Ahora hay que trabajar sobre el consumidor para que acepte que puede comprar un vino en las distintas gamas que existen. Es un trabajo de marketing bien importante".

-¿El ingreso a Chile significa que buscarán más terrenos y otras viñas acá?

"Sí, más que otra viña, más terrenos, sí. Pero ahora, en el corto plazo, estamos en el momento de consolidar, integrarnos y trabajar juntos. Vamos paso a paso, lo primordial es enfocarnos en lo que ya tenemos, pero nunca se sabe".

-¿Cómo ven el mercado internacional del vino? Gran Bretaña es un gran mercado para los vinos chilenos. ¿El Brexit puede afectarlo?

"Hay que ver el estado de ánimo de los ingleses... La última información que tengo de nuestra gente que está allá es que se está viendo un repunte, como que la gente se ha olvidado un poco del problema y ha vuelto a consumir".

"Soy un optimista con el tema del vino, porque la gente toma menos, pero toma mejor calidad y ese es un fenómeno generalizado. Lo ves en España, que llegó a consumir casi 100 litros por habitante, y ahora está en 25 litros por habitante, pero la gente está tomando vino de mejor calidad. Se ve el fenómeno de China, que ahora es el segundo consumidor para Chile, y en Estados Unidos, donde por muchos años el consumo estaba estancado y de repente ha subido. Soy un optimista".

-Corea también se ha ido convirtiendo en un buen mercado para Chile. ¿Les interesa potenciar Asia?

"Sí, por supuesto. Chile ha sido muy hábil manejando sus acuerdos bilaterales con Asia, porque tienen cierta ventaja desde el punto de vista arancelario, se ha hecho un muy buen trabajo ahí. Y ese es otro punto importante de por qué hemos elegido Chile: es un país serio manejando la parte comercial, es un país que se ha abierto exportando de una manera importante, inteligente. Es un país donde uno se siente tranquilo. Y esto no es una foto que solo captura un momento determinado, se trata de trabajo bien hecho, que se ha efectuado durante un período largo. Es un país para sacarse el sombrero, donde se han hecho las cosas bien".

"Chile ha sido muy hábil manejando sus acuerdos bilaterales con Asia. Y ese es otro punto importante de por qué hemos elegido Chile: es un país serio, que se ha abierto exportando, donde uno se siente tranquilo" comenta Jorge Grosse, directivo de la hispana González Byass, nueva socia de Veramonte



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