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viernes, 5 de agosto de 2016

La española juguetera 'Injusa' se convierte en el ejemplo de que la calidad 'Made in Spain' se vende y es rentable



  • En 2003, Injusa trasladó el 35% de su producción a China hasta que, en octubre de 2010, la subida de costes le llevó a regresar a España y apostar fuerte por la I+D+i. 






ESPAÑA.- Antonio Berbegal Verdú fundó en 1947 la empresa Bermisan, dedicada a la fabricación de camiones, barcos y coches de madera y metal en miniatura y que, cuatro años después, pasó a denominarse Industrial Juguetera S.A. (Injusa). En 1957 la mercantil comenzó un periodo de expansión con la entrada de dos socios capitalistas, hasta convertirse en la primera empresa española en fabricar bicicletas y triciclos, a partir de tubos metálicos que obtenía de bidones de petróleo vacío y enrollaba a modo de cigarrillo.

A finales de los años 70 y principios de los 80, fue pionera en producir vehículos montables de gran tamaño con funcionamiento a batería. El éxito de esta línea de negocio situó a la firma alicantina como líder mundial en este campo.

En 2003, Injusa trasladó el 35% de su producción a China hasta que, en octubre de 2010, la subida de costes le llevó a regresar a España y apostar fuerte por la I+D+i. De hecho, cita como una de las claves de su éxito la dedicación de gran parte de su inversión a investigación y desarrollo para la constante mejora de los productos y procesos de producción. En 2014, invirtió 1,5 millones de euros en maquinaria y moldes, cifra que alcanza los seis millones en los tres últimos ejercicios.

En la actualidad, la empresa cuenta con 125 trabajadores directos y fabrica en sus instalaciones de Ibi 850.000 juguetes al año, entre vehículos eléctricos a batería, triciclos, vehículos a pedales, motos corre pasillos, artículos de ferretería y juguetes de jardín, como casitas, columpios y toboganes.

Entre sus principales hitos señala la implantación y certificación del Sistema de Gestión de Calidad (ISO) en 2002 y su desembarco en México dos años más tarde. En esa época desarrolló un prototipo impulsado por energía fotovoltaica y realizó estudios previos de aplicación de pilas de 
hidrógeno.
 Poco después trasladó a suelo chino del 35% de su producción por las ventajas económicas que ofrecía entonces el gigante asiático.

En 2005 avanzó en el proceso de diversificación iniciado en los años 90 con la línea de ferretería, en este caso con la de aire libre, y un año después puso en marcha un plan estratégico y modernizó todo el sistema productivo, orientado a una Integración de procesos. En 2007 llegó la robotización y, en
2008, el lanzamiento de una nueva línea-concepto de juguete ‘transform’, que evoluciona con el crecimiento del niño.

En 2010, Injusa cerró sus fábricas en China y repatrió a España la totalidad de la producción. Según explicó a LAS PROVINCIAS su consejero delegado, Luis Berbegal, los principales motivos para concentrar en Ibi el 98,7% de su producción fueron el aumento de los sueldos, la pérdida de calidad por los problemas para controlarla y la escasa flexibilidad que le ofrecía para servir pedidos, con tiempos de espera muy largos. Y aparte, la crisis.

Desde los años 70, Injusa exporta entre un 75 y un 80% de de su fabricación y, en la actualidad, vende ocho de cada diez productos a más de 120 países de Europa, Oriente Medio, África y América Latina, además de tener presencia en Canadá.

Entre sus principales clientes se encuentran grandes almacenes y cadenas de tiendas especializadas de España, Europa y otros mercados internacionales, como Toys ’R’ Us, Argos, Carrefour, Alcampo, Toy Planet, Wal-Mart, Coppel y El Corte Inglés.

En los últimos años, la mercantil de Ibi ha implementado un plan estratégico de inversión en eficiencia energética y un sistema para adherir las etiquetas decorativas del juguete en el molde de fabricación, técnica que otorga una gran durabilidad y resistencia al acabado final del producto y que se había desarrollado en el sector de la alimentación, pero nunca antes para piezas del tamaño y la dificultad de chasis de motos y coches, toboganes, balancines o casitas de exterior.

En 2015 abrió una nueva oficina en México, desarrolló una nueva línea de negocio de réplicas de lujo, con una inversión cercana al millón de euros en la fabricación del Mercedes AMG GT, y logró el certificado CCC para exportar a China. Además, Injusa se convirtió hace apenas un mes en el primer fabricante de juguetes en certificar el origen español de sus productos.


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