Negocios del Mundo TV   powered by youtube

Lectores conectados

lunes, 21 de marzo de 2016

Las empresas públicas españolas se han sabido adaptar al siglo XXI con buena nota



ESPAÑA.- La crisis económica ha puesto a prueba la capacidad y la viabilidad de las empresas para mantenerse a flote ante las duras adversidades del mercado. Y, aunque no hay recetas mágicas para garantizar el éxito empresarial, sí existe una máxima para aprovechar las oportunidades de un nuevo contexto: reinventarse o morir. En este sentido, la internalización y las nuevas tecnologías han supuesto una vía de escape -junto a los ajustes de plantilla- que potenciar para evitar la quiebra.

El caso de las empresas públicas no ha sido diferente. Golpeadas igualmente por los efectos de la crisis, muchas de estas sociedades dependientes del Estado han recurrido a la modernización para sortear los obstáculos y obtener una mayor rentabilidad, o al menos la viabilidad de la compañía. También es cierto que, al depender del Gobierno, la situación de parálisis política puede frenar los planes estratégicos de este tipo de empresas. Es el caso de Aena, el gestor aeroportuario español -privatizado en un 49%-. Con unas cuentas saneadas, las medidas de expansión a países de América Latina y, especialmente, a Cuba -un destino muy atractivo tras el deshielo con EEUU-, estarán bloqueadas hasta que se conforme un Gobierno estable.La sorpresa ha llegado, sin duda, con Renfe, que por primera vez en su historia ha obtenido beneficios gracias, entre otros factores, a los ingresos de la alta velocidad (AVE).

La compañía va a comprar 30 nuevos trenes de este tipo y va a instalar wifi.También ha reflotado sus números Paradores de Turismo tras seis años consecutivos en pérdidas. Tras un ajuste de la plantilla que afectó a 350 personas, el grupo se ha centrado en un programa de franquicia de paradores fuera de España para seguir reduciendo costes.Correos ha salido de la crisis con 14.200 empleados menos y tras realizar un ajuste de costes de 400 millones. La remontada de ingresos prevista se apoya en el negocio de la paquetería, destacando el homepaq: instalar terminales automatizados en comunidades de vecinos para depositar allí los paquetes. La modernización también va a llegar a Loterías para extender el juego a través de dispositivos móviles.El secreto de Puertos del Estado ha sido reducir las inversiones y apostar por mejorar la conexión con otros sistemas de transportes; mientras que Navantia prevé recuperar la rentabilidad en 2017 con la construcción de plataformas para renovables marítimas y astilleros 4.0. Otra ilustre, RTVE, históricamente deficitaria, ha lanzado un nuevo canal para conquistar el mercado americano.

Renfe: La alta velocidad la 'rescata' de los números rojosLa Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe) es, sin duda, el mejor ejemplo de la reconversión económica de una empresa estatal. 2015 ha sido su año: por primera vez en su historia deficitaria, la compañía ha logrado salir de las pérdidas y obtener unos beneficios de 37,3 millones de euros, frente al saldo negativo de 208,9 millones de 2014.En este vuelco de las cuentas, de rojas a negras, ha influido el impulso del negocio de Alta Velocidad (los ingresos han aumentado un 9,4%) y el recorte de los gastos. La operadora ha recuperado 96 millones por derechos pendientes gracias a un acuerdo alcanzado con Adif sobre superficies de uso y, además, ha obtenido 182 millones de deudas pendientes de cobro.Este proceso de reconversión comenzó a principios de 2015, cuando Renfe lanzó un plan estratégico para lograr la rentabilidad de la compañía en dos años, aunque el objetivo se ha alcanzado en sólo uno.La hoja de ruta marcada por el presidente, Pablo Vázquez, es seguir aplicando estos criterios de rentabilidad, de modernización con la instalación de wifi en los AVE y de crecimiento con la compra de 30 nuevos trenes. La empresa, además, está inmersa en la aplicación de un ERE voluntario que afecta a 750 trabajadores (el 5,2% de la plantilla).Aena.

La era dorada del gestor, en 'stand by' por la políticaCon el segundo mejor año de la historia en número de pasajeros y el primer aniversario de su salida a Bolsa, Aena ha disparado sus beneficios en 2015 en un 74,6% respecto al año anterior hasta alcanzar los 833 millones de euros. El gestor aeroportuario fue privatizado en 2014, aunque el Estado sigue siendo el accionista mayoritario y, en este primer reparto de dividendos, ha recibido 207 millones.En este escenario de crecimiento, el principal objetivo de la compañía es expandirse por nuevos territorios, pero la situación de parálisis política de España mantiene bloqueada esas decisiones estratégicas. América Latina y, sobre todo, Cuba -un destino muy atractivo tras el deshielo con EEUU-, están en el punto de mira del gestor aeroportuario español.Otro asunto que mantiene en alerta a Aena es el conflicto judicial abierto con los vecinos del barrio de Santo Domingo, que denunciaron el excesivo ruido de los aviones de Barajas.

El Tribunal Supremo debe emitir una resolución que, de ser desfavorable para Aena, obligaría a recortar un 30% la capacidad de este aeropuerto y miles de empleos estarían en peligro.Aena tendrá que batallar también con las aerolíneas por las tasas aeroportuarias. La compañía las pretende congelar y las empresas del sector piden una reducción del 2,59%.De Correos a 'E-Correos' con 14.000 empleados menosEl gran reto de Correos en la última crisis económica ha sido doble. La empresa ha tenido que digerir una caída de la facturación por correo ordinario del 40% por la menor actividad y el incremento de la digitalización, con el e-mail como archienemigo.

En este escenario, Correos aprobó en 2012 un plan estratégico que suponía la transformación de la actual compañía en un grupo más enfocado al e-commerce y establecía un programa de eficiencia que buscaba dinamizar al dinosaurio estatal, agilizando la toma de decisiones interna y reforzando su competitividad en un mercado en el que operan 1.700 operadores. Correos sale de la crisis con 14.200 empleados menos y tras realizar un ajuste de costes de 400 millones de euros. La empresa ganó 193 millones de euros en 2014, si bien la facturación es un 28% inferior con respecto a los ingresos previos a la crisis. En plena crisis del sobre, la remontada de ingresos prevista por Correos se apoya en el negocio de la paquetería. El grupo trabaja en nuevos proyectos dirigidos a las pymes y ciudadanos, que supondrán cambios en la relación del consumidor con la compañía. Entre ellos destaca el homepaq, a través del cual pretende instalar este año 5.000 terminales automatizados en comunidades de vecinos para depositar allí los paquetes y evitar tener que buscarlo en la sucursal.

Loterías. Un nuevo cliente que echa la quiniela por el móvilLoterías es hoy la niña bonita de las empresas públicas del Estado. Sólo en dividendos, la compañía genera cada año más de 1.300 millones de euros para la Administración. A esta cifra hay que sumar alrededor de 650 millones en impuestos pagados a través de distintas tasas, lo que elevan la recaudación por ejercicio hasta el entorno de los 2.000 millones de euros. En los últimos años ha sonado con fuerza la idea de privatizar una parte de esta compañía estatal. Se habló de vender un 30% a manos privadas por un importe próximo a los 8.000 millones de euros, si bien la idea hoy parece descartada. Esta cantidad duplica lo ingresado por la venta de un 49% de Aena el pasado año. Loterías no ha sido ajena a la crisis económica. Sus ventas se han reducido un 15% entre los ejercicios 2008 y 2014, hasta situarse en 8.446 millones de euros. La empresa ha respondido a la tesitura económica con el desarrollo de tecnología propia y la aplicación de distintas innovaciones a sus sorteos más tradicionales.

El objetivo de estas mejoras pasa por extender el juego a nuevos perfiles de clientes, con un fuerte incremento de la participación a través de dispositivos móviles. Paradores. Programa de franquicia de hoteles para reducir el gastoParadores de Turismo ha superado la crisis económica. En 2015, y tras seis años en números rojos -en 2011 llegó a estar en quiebra-, la empresa ha arrojado beneficios: cuatro millones de euros. Este proceso de reconversión ha sido posible por la puesta en marcha de un drástico plan de viabilidad que conllevó un ajuste de personal de 350 trabajadores en 2014 y la reducción de jornadas, entre otras medidas.

En cuanto a la gestión, la compañía ha diversificado la oferta para sus clientes tanto en destinos como en gastronomía, un aspecto que ha aportado un 7% más de cubiertos respecto a 2014. También se ha volcado en renovar la web, lo que ha supuesto el incremento de las ventas online en un 150% hasta situarse en un 20,86% de las ventas totales.Durante esta travesía del desierto económico, Paradores de Turismo no ha dejado de abrir establecimientos: uno en Cádiz, otro en Lorca (Murcia) y un tercero en Cangas de Narcea (Asturias).Ahora, la empresa está centrada en la expansión de sus hoteles fuera de España. Ya ha abierto uno en Portugal, pero el objetivo es que la red de paradores se extienda por medio del programa de franquicias y no crecer a través de la construcción de nuevos establecimientos con cargo al Estado.Puertos del Estado.

Infraestructuras más austeras pero mejor conectadasLos puertos han afrontado la crisis económica con un fuerte recorte de inversiones y el incremento de la solidaridad entre las 46 instalaciones que hay repartidas por la geografía nacional. La crisis hundió un 12% en 2009 el tráfico de mercancías en los puertos - que a día de hoy siguen concentrando un 80% de las importaciones del país- y abrió una brecha entre puertos ricos y pobres. Esta caída de las ventas se sumó al incremento progresivo de su deuda, amenazando su solvencia y obligando a reformar el sistema. Estos cambios han pasado por un tijeretazo a las inversores -que han pasado de 1.300 a 400 millones- y a la creación de un "fondo de compensación". Este mecanismo rompe la gran diferencia de rentabilidades entre puertos y fija una base del 2,5% para todos ellos. El año pasado la compañía logró un beneficio de 198 millones de euros, si bien hay cuatro de ellas (Las Palmas, Sevilla, Motril y Vigo) registraron números rojos en su explotación. El crecimiento de los puertos pasa ahora por reforzar su conexión con otros sistemas de transporte como el ferrocarril y las carreteras. El objetivo no es tener puertos más grandes -la capacidad utilizada no supera el 60% en ninguna instalación-, sino mejor conectados. Dadas las actuales estrecheces presupuestarias, estas infraestructuras financiarán los proyectos de conexión a través de un fondo común.

RTVE. Emisión en alta definición para conquistar América Históricamente deficitaria, RTVE sigue en pérdidas. En 2015, los números rojos eran de 33,5 millones de euros, una cifra -eso sí- menor de la prevista, que ascendía a 70 millones. Aún así, la compañía vende que, por primera vez, las cuentas están "equilibradas" al cumplir con el límite de gasto establecido para mantener la viabilidad económica de la empresa.Un factor fundamental para este buen resultado ha sido la reforma fiscal, que permite la deducción del IVA a RTVE. Un balón de oxígeno para la compañía, que sólo en 2014 pagó por este concepto 91,7 millones.El proceso de modernización de RTVE comenzó el pasado verano, cuando la empresa anunció la puesta en marcha de la remodelación de sus instalaciones para producir en alta definición.

Este programa, presupuestado en 56 millones, también contemplaba la digitalización de los contenidos.En este sentido, la última apuesta de la compañía ha sido lanzar este pasado mes de enero las emisiones en América de su nuevo canal Star HD -centrada en el entretenimiento y series-, que se une así a TVE Internacional y Canal 24 Horas en la oferta fuera de España. También en enero, el consejo de administración aprobó compras -de series y programas- por valor de 28 millones.Navantia. Plataforma para renovables y 'astilleros 4.0'La crisis ha empujado a Navantia a su reconversión total. La empresa ha visto reducida su facturación por la menor contratación pública y la pujanza de los astilleros asiáticos, lo que se ha traducido en siete ejercicios consecutivos de números rojos.Los actuales gestores de Navantia confían en lograr la rentabilidad de la empresa pública en el año 2017.

Esta mejora pasa por un ajuste de 100 millones de euros en los costes del grupo, que emplea a 5.500 empleados, y la apuesta por nuevas áreas de negocio, que pasan por la construcción de plataformas marítimas para energías renovables y la creación de un astillero 4.0. En este centro la empresa confía en integrar todas las más avanzadas innovaciones tecnológicas en el sector para ser competitiva con respecto a otros centros de producción europeos y asiáticos. Gran parte de la contratación del grupo tendrá que pasar por el negocio internacional. Por este motivo, Navantia estudia la apertura de nuevas delegaciones en Noruega y Sudáfrica tras la puesta en marcha reciente de puertas en Oriente Medio, Turquía, India y Brasil. El trabajo del grupo se ha traducido ya en la contratación de varios pedidos en Turquía y Australia, que se unen a los encargos formalizados por la Armada Española y Pemex.

No hay comentarios:

Publicar un comentario