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miércoles, 16 de marzo de 2016

China diversifica su inversión en Europa



CHINA.- Según Maite Diez, miembro del Comité que dirige la Iniciativa sobre China en Europa (Steering Committee of China/Europe Outbound Initiative) de Baker & McKenzie "aunque en términos de porcentaje hablemos de un descenso de la inversión china en España en 2015 respecto de 2014 cercano al 50%, dado el todavía bajo volumen de inversión total y número de operaciones, creemos que el dato no es significativo de una tendencia a la baja de las inversiones chinas en España. No obstante, España ocupa el noveno puesto por volumen de inversión recibida de China, muy por detrás de países con economías más pequeñas que la nuestra, y ello nos debe llevar a cuestionar si estamos haciendo la suficiente para atraer estas inversiones".

En España pasó en 2015 a recibir inversión directa china por valor de 470 millones de dólares, desde los 916 millones del año anterior (-48 %), según el último informe de Baker & McKenzie Bird's-Eye View: Chinese Investment into Europe and North America.

Las industrias más atractivas fueron las del entretenimiento, que captaron 247 millones de dólares (53 %), y la agroalimentaria, que captó 204 millones (43 %). Entre 2000 y 2015, desarrollo inmobiliario y hotelero (40 %) junto con agricultura y alimentación (34 %) fueron el principal reclamo para los 1.936 millones de dólares que han entrado desde China.

Europa y Norteamérica

Los inversores chinos llevaron la cifra récord de 40.000 millones de dólares a Europa y Norteamérica en 2015, destinando 29.000 millones (73 %) a cuatro sectores de las dos regiones: el sector inmobiliario y de la hostelería, el sector de la automoción, el sector de servicios financieros y para empresas, y el sector de tecnologías de la información. Durante las seis primeras semanas de 2016 se ha anunciado el mayor número registrado hasta la fecha de fusiones y adquisiciones por empresas chinas en Europa y Norteamérica, con un potencial de 70.000 millones de dólares en operaciones.

 La inversión directa de China en Europa alcanzó un nuevo récord con 23.000 millones de dólares en 2015, cerca de un 35% más que la inversión en Norteamérica. Tras una breve desaceleración en 2013, la inversión en Europa se duplicó hasta más de 18.000 millones de dólares en 2014. Había pasado de ser casi inexistente antes de 2008 a alcanzar una cifra media de 8.600 millones de dólares entre 2008 y 2012, impulsada en parte por la privatización y otras oportunidades derivadas de la reestructuración posterior a la crisis.

2015 fue un año récord para EE.UU., con una inversión que alcanzó los 15.300 millones de dólares. Pero la inversión directa de China en el sector de la energía se ha reducido drásticamente en Canadá durante los dos últimos años, recortándose más de un 90% en 2015 en comparación con los niveles máximos de 2013. La inversión china en Norteamérica registró una cifra media de 11.000 millones anuales entre 2008 y 2013.

"Por definición, una economía emergente crece con rapidez al principio y empieza a desacelerarse a medida que alcanza su madurez. Sin embargo, los logros alcanzados por los inversores chinos y el grado y la rapidez con que se están orientando hacia el exterior tanto para crecer como para incrementar su influencia global en un contexto de moderación interna no tienen precedentes en ningún ciclo económico global de la era moderna. China ya se encuentra entre los tres países que más invierten en el extranjero, lo cual resulta extraordinario", comenta Diez.

Principales cifras de Europa en 2015

Los cinco países de la UE que recibieron las mayores inversiones (78 % del total) fueron Italia (7.800 millones de dólares), Francia (3.600), el Reino Unido (3.300), Holanda (2.500) y Alemania (1.300).

La inversión en Italia y Francia aumentó más del doble, impulsada por las grandes operaciones, pero se redujo un 35% en el Reino Unido tras un excepcional 2014.

Holanda se está convirtiendo en un destino popular para las empresas chinas y las adquisiciones, especialmente en el sector tecnológico y en el de los servicios financieros.

La inversión en Suiza pasó de ser prácticamente inexistente en 2013 y 2014 a alcanzar los 1.270 millones de dólares  en 2015. Se sitúa en sexto lugar a nivel europeo por detrás de Alemania.

Noruega y Bélgica también se perfilan como destinos importantes, habiéndose quintuplicado la inversión en Bélgica con respecto a los 835 millones de dólares del año anterior impulsada por los servicios financieros y los bienes de consumo, y habiendo pasado de cero a 801 millones de dólares en Noruega en los últimos cinco años gracias al interés de los inversores chinos en las tecnologías industriales.

"A pesar de las turbulencias económicas, nos encontramos con empresas chinas que mantienen la confianza en el mercado europeo y siguen realizando importantes operaciones en Europa." Como señala Diez, "se ha registrado un fuerte repunte de las inversiones chinas en pequeñas y medianas operaciones y se ha incrementado el número de inversores financieros, incluyendo los fondos de capital riesgo chinos, interesados más en operaciones que les aporten participaciones pequeñas o minoritarias que en grandes adquisiciones. Aunque es inevitable que todas las operaciones anunciadas en lo que llevamos de 2016 lleguen a prosperar, tras un inicio tan intenso es probable que estemos ante otro año con cifras récord."

Similitudes Europa-Norteamérica

Las empresas chinas adquieren empresas en Europa y Norteamérica para tener acceso a las tecnologías y a los procesos de fabricación avanzados, crear marcas globales y aumentar el know-how en servicios.

Por otro lado, adquirir bienes inmuebles e invertir en infraestructuras para obtener una rentabilidad a largo plazo puede proteger a las empresas frente a la desaceleración económica en China. Así, por ejemplo, los inversores privados, las empresas estatales y las entidades soberanas han realizado inversiones por más de 18.300 millones de dólares en los mercados inmobiliarios de ambas regiones a lo largo de los últimos cinco años.

Intensificación de la actividad de los inversores financieros chinos en Norteamérica y en Europa impulsada por el crecimiento experimentado por estas compañías en China, la liberalización de la inversión en el extranjero y la racionalización de los procesos administrativos. Compañías de seguros, fondos de capital riesgo y conglomerados que destinaron a Europa y Norteamérica en 2015 más de 15.000 millones de dólares, cuando hace apenas tres años era prácticamente nula.

Las inversiones a pequeña escala (de menos de 100 millones de dólares) ascendieron a un total de 2.600 millones de dólares en Europa, lo que refleja un aumento constante con respecto a los niveles de 2014. Los inversores privados encabezaron esta categoría, representando el 80% de las inversiones.

Diferencias Europa-Norteamérica

Las empresas privadas chinas han eclipsado las inversiones de las empresas estatales en Norteamérica, mientras que en Europa las empresas públicas a través de grandes operaciones en la industria europea siguen representando la mayor parte de la inversión china (más del 65 %).

Esta mayor preponderancia de las empresas estatales en Europa en comparación con EE.UU. significa que el volumen de grandes operaciones es mayor en dicha región. En 2015, las grandes operaciones de más de 1.000 millones de dólares representaron el 56% del valor total de la inversión directa en Europa, mientras que en EE.UU. este porcentaje fue de tan solo el 30%.

En otro ámbito que diferencia a las dos regiones, la evidente necesidad de inversión en infraestructuras y transporte en Europa y la orientación activa hacia la participación china atrajeron 10.500 millones de dólares en inversiones chinas en aeropuertos, plantas de generación de energía y abastecimiento de agua y otras infraestructuras europeas, lo que supone casi tres veces más que la cifra registrada en Norteamérica (3.800 millones de dólares).

Europa ha atraído mucho más a los inversores chinos que buscan activos industriales, mientras que Norteamérica ha recibido más del doble de inversión en servicios avanzados que Europa. El pasado año, los principales motores de la actividad en EE.UU. fueron el sector inmobiliario y hotelero y el sector de los servicios financieros y profesionales, destinándose a los servicios dos tercios de la inversión total, frente al 14% registrado en 2009.

La inversión en los sectores de servicios avanzados en ambas regiones ha crecido rápidamente en los últimos años, a medida que las empresas chinas dirigen su atención hacia marcas, profesionales y otros activos que aumentan su competitividad tanto a nivel nacional como en el extranjero. En EE.UU., el sector informático es clave, con una inversión de 2.500 millones de dólares entre 2008 y 2015. El sector del entretenimiento también ha experimentado un importante crecimiento durante los dos últimos años tanto en Europa como en Norteamérica, alcanzando una cifra récord de 2.900 millones de dólares en 2015. Las inversiones en hostelería se han incrementado a más de 6.000 millones de dólares en 2015 coincidiendo con el boom del turismo chino a otros países.

Las empresas chinas han mostrado recientemente su interés por los activos del sector financiero tanto en Europa como en Norteamérica, realizando inversiones por valor de 4.600 millones de dólares solo en 2015 — superando la cifra total de inversiones chinas en servicios financieros en los 14 años anteriores.

Desde el año 2000, se observan en las dos regiones niveles similares de inversión en algunos sectores, como el inmobiliario y de la hostelería (13.100 millones de dólares en Europa y 13.200 millones de dólares en Norteamérica) y el de la agricultura y la alimentación (7.100 millones de dólares en Europa y 7.400 millones de dólares en Norteamérica).

La inversión total directa de China tanto en Europa como Norteamérica lleva rompiendo récords desde hace cinco años. Desde el cambio de siglo se han invertido cerca de 205.000 millones de dólares (108.000 millones de dólares en Norteamérica y 97.000 millones de dólares en Europa). Solo desde 2011 se ha invertido casi un 80% de dicha cantidad.

El buen inicio de 2016 – con cerca de 50.000 millones de dólares en posibles operaciones en Europa y más de 20.000 millones de dólares en Norteamérica - sugiere que estas tendencias seguirán evolucionando en ambas regiones con operaciones más sofisticadas y diversificadas.

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