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viernes, 19 de febrero de 2016

La empresa Hidro-Nitro Española busca abrir más mercados exteriores para paliar la caída de las ventas



ESPAÑA .- La empresa, perteneciente al Grupo Ferroatlántica y que fabrica productos electroquímicos y produce energía eléctrica propia desde la provincia de Huesca, al norte de España, está trabajando en la apertura de más mercados exteriores para hacer frente a los retos que tiene ante sí ante la crisis internacional que afecta al sector del acero, que ha generado un descenso de la producción y ventas. 

Una situación a la que se suma la incertidumbre de la línea de generación hidroeléctrica, de la que está pendiente de la renovación de dos arrendamientos de saltos de agua en el río Ésera, y el alto coste energético en España, que dificulta competir con su producto con otras empresas tanto dentro como fuera del país. A pesar de este contexto, la compañía espera mantener los 225 empleos directos este año y acometerá una inversión de un millón de euros en sus instalaciones.

Hidro-Nitro Española busca soluciones a su situación actual. El año 2015 no ha sido muy positivo para esta empresa, que se ve afectada por "dos problemas serios" sobre el futuro de la compañía, puesto que está pendiente de la renovación de dos arrendamientos de centrales hidroeléctricas -Barasona y El Ciego-, que explota desde hace 75 años en el río Ésera, así como el alto coste de la energía que "pone en solfa" la competitividad de la empresa tanto en el mercado nacional como en los internacionales.

Con este contexto, el año 2015 "ha sido difícil" en la empresa en sus dos líneas de actividad, tanto en la producción hidroeléctrica por las "fluctuaciones de los mercados eléctricos y los costes" como en la línea de ferroaleaciones para la fabricación posterior de aceros porque el mercado internacional está afectado por la crisis siderúrgica, lo que ha generado que "los precios de venta internacional se hayan hundido y también las cantidades demandas". Una situación que ha llevado a que las cuentas consolidadas de la compañía hayan registrado unas pérdidas de 300.000 euros.

La situación para el año 2016 presenta unas "perspectivas difíciles porque se mantiene la crisis internacional en el acero, hay pocas ventas en esta línea y los precios han bajado y están en niveles de hace años". No obstante, la empresa prevé mantener los niveles mínimos de producción para preservar la planta en Monzón (Huesca) y el empleo. Las primeras estimaciones contemplan que la compañía comercializará alrededor de 60.000 toneladas de producto, lo que supone entre un 12% y un 15% menos.

Las previsiones son igualmente difíciles para la generación de electricidad, puesto que "los niveles de producción actual son muy bajos" y "hay que ver cómo evoluciona la climatología", además de estar pendientes de la renovación de las dos mini-centrales hidroeléctricas, lo que podría afectar a la actividad.

Ante esta coyuntura, Hidro-Nitro está buscando alternativas para hacer frente a la situación. Una de ellas se centra en ampliar su presencia en los mercados exteriores, que concentran el 85% de las ventas, que tienen como destino principalmente "países europeos donde la siderurgia es activa como Francia, Alemania y Bélgica", aunque también se destina producción a otras zonas como Estados unidos, Noruega y Sudáfrica.

Ahora con la crisis siderúrgica, el objetivo es ampliar este radio de comercialización, poniendo el foco sobre todo en países asiáticos y Sudamérica, además de "tratar de aumentar las exportaciones hacia Estados Unidos".

En España, las perspectivas tampoco son muy halagüeñas porque el mercado "está un poco más bajo que en 2015. Las actividades se programan con poca previsión y hay que ser muy reactivos a la demanda de las acerías". Además, la siderurgia española "también compra en el extranjero y tenemos que competir con ellos", lo que se ve dificultado por los costes energéticos porque "la diferencia de esta industria con las otras es el precio de la electricidad. Es una amenaza".

Pese a la coyuntura, Hidro-Nitro prevé mantener el ritmo inversor en la planta española en la que en los últimos diez años se han invertido alrededor de 50 millones de euros en instalaciones productivas y mejoras medioambientales. Ahora el siguiente paso es "consolidar esa capacidad de producción instalada".

Además, se acometerán las inversiones previstas para 2016, plan inversor dentro del que se incluye un millón de euros para "mantener la competitividad y la renovación tecnológica y medioambiental", así como el área de seguridad laboral. La empresa cuenta con 225 empleos directos  y genera unos 800 puestos de trabajo indirectos.


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