ESPAÑA .- El proyecto de Wanda en la conocida como operación Campamento (Madrid) puede haber sido un espejismo, un visto y no visto. Los 3.000 millones que el magnate chino Wang Jianlin iba a invertir en el desarrollo del sur de la capital de España parece esfumarse sin saber muy bien quién es el culpable, si lo hay, o es un cúmulo de intereses que nunca llegaron a acercarse.
A mediados de diciembre del pasado año, el grupo Wanda comunicaba a las partes en negociación que desistía de desarrollar los terrenos situados en los antiguos cuarteles de Campamento, según informan fuentes conocedoras de la negociación.
La razón esgrimida por Wanda es doble. Por un lado, considera estratosféricos los precios que el Ministerio de Defensa ha puesto a sus 2,1 millones de metros cuadrados. Esta valoración estaba totalmente fuera de mercado para una macrooperación como esa, cuentan fuentes del mercado. Además, esgrimen que no han visto ninguna intención de facilitar la inversión por parte del Ayuntamiento de Manuela Carmena (Ahora Madrid). Desde Urbanismo de la capital se comenta que Wanda nunca llegó a comprar los terrenos a Defensa, que era el primer paso para abordar el proyecto.
Esta decisión coincide en el tiempo con la decisión de Wanda de vender el Edificio España, una noticia que se conocía la semana pasada. Al comprobar que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no cedían respecto a la obligación de proteger la fachada principal y los laterales de la torre, en vez de reconstruir desde cero el rascacielos como era la intención del magnate, abandonó una inversión que le había costado 265 millones al comprar el inmueble al Santander en 2014.
Y como accionista minoritario del Atlético de Madrid (un 20% del capital) también está interesado en la atascada judicialmente operación Mahou-Calderón. De hecho, fuentes del mercado veían a Wanda como el pulmón financiero del Atleti.
El empresario es el hombre más rico de China y ocupa el puesto número 86 en la lista Forbes, con una fortuna cercana a los 24.400 millones de euros. Su riqueza proviene de la empresa Dalian Wanda, un gigantesco conglomerado con intereses inmobiliarios, en hoteles, centros de ocio, comercio electrónico o grandes almacenes en el país asiático y en todo el mundo.
Actualmente se encuentra en una estrategia de desinversión en el ladrillo, apostando por internet y otros servicios. Hace unos días adquirió la productora de la franquicia Jurassic World en Hollywood por 3.195 millones.
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